El As de Espadas.

Capitulo Treinta y ocho: Segundas intenciones.

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Lᴜɴᴇs 1900 ʜᴏʀᴀs ᴅɪ́ᴀ ᴠᴇɪɴᴛɪᴏᴄʜᴏ

Dᴇsᴄᴀɴsᴏ Mɪsɪᴏ́ɴ MI04/19HR

Hᴏᴜsᴛᴏɴ, Tᴇxᴀs.

Vamos rumbo a la base militar, John esta fuera de peligro, Hailee sigue en reposo, la familia de Iván partió a Rusia por la mañana y yo estoy más tranquila.

Pero Iván sigue pensativo y me da miedo que es lo que pueda estar tramando en este momento, el suele ser muy tranquilo, paciente y pacífico, pero solo falta que le piquen un poco en el punto exacto para que su mal carácter salga a flote.

En dos ocasiones lo he visto explotar y no fue nada agradable.

Llegamos a la base y pasamos por los filtros de acceso. Heiden está en la entrada de la última caseta en la espera de nosotros.

Descendemos de la camioneta al tiempo que Alex, Wen, Zajarova y Vucic lo hacen de la otra.

Heiden le da un abrazo a Iván y lo felicita por el compromiso, saluda a los demás y a mí me deja al final para abrazarme.

Me quedo estática ya que no somos cercanos, pero recibo el abrazo ya que el luce muy emocionado.

Nos asignan habitaciones y aunque estemos comprometidos nos dan habitaciones separadas.

Todos estamos en el mismo piso así que caminamos juntos hasta que cada uno entra a su respectiva habitación.

La verdad no me molesto en desempacar ya que tenemos entendido que saliendo los resultados nos iremos.

Nos ordenan cenar y estar listos a las 0500 horas del día siguiente, acatamos la orden y me encuentro en mi habitación, pero extraño el calor de Iván, no puedo dormir sin él, así que decido ir en busca de él, abro la puerta y lo veo parado del otro lado del pasillo.

—¿A dónde vas Ángela? — Luce molesto así que me calmo antes de contestar.

— A buscarte, no podía dormir —. Digo con un puchero.

Me hago a un lado para que entre y me toma entre sus brazos, nos besamos y la ropa estorba.

Nos desnudamos con calma entre caricias y sin prisa.

Me recuesta en la cama y me acaricia desde los pies hasta la cabeza.

Frota su miembro en mi entrada lubricándolo con mis fluidos y me penetra con calma.

Me abraza y pega más mi cuerpo a él.

Me besa atrapando mis jadeos y muerde mi labio inferior.

Lo giro para montarlo y el endereza el torso quedando sentado debajo de mí, acaricia mi espalda mientras lo beso y muerdo paso por su cuello, mandíbula, lóbulo de la oreja y terminó saboreando esos labios que me encantan.

Me pierdo en el gris de su mirada y mi cuerpo vibra y lo nota empujándome a la cama y quedando encima de mí.

Me acomoda a la orilla de la cama mientras él se pone de pie, levanta mis piernas y me embiste nuevamente acariciando mis piernas de los tobillos hasta la cadera donde pone sus manos y se aferra a ellas acelerando el ritmo, el orgasmo me toma nuevamente pero el todavía no termina, me voltea y me pone en cuatro tomando mi cintura para arremeter con fuerza contra mí.

Jadeamos y gruñimos nuestros nombres, sale de mí y sin importar nada me toma y me acomoda a su lado, pongo mi cabeza en su pecho y el acaricia mi cadera.