Capitulo Veinticinco: Prioridades.

13 2 0
                                    


●・○・●・○・● ●・○・●・○・●


Viernes 0900 horas día diecinueve.

Descanso Misión MI04/19HR.

Tulum, Quintana Roo, México.




Despierto entre los brazos de Iván se ve tan tranquilo, su mandíbula cuadrada está relajada, se le empieza a notar la barba, me encantan sus pestañas son largas y rizadas. Sus cejas son pobladas y bien definidas.

Acarició su obscuro cabello y me quedo contemplándolo, no sé cuánto tiempo pasa, pero abre sus ojos y nos quedamos así.

No quiero romper el silencio y me pierdo en sus ojos grises con esa mirada que te permite ver su alma.

Me da un beso en la nariz.

—Buenos días, Moy angel. ¿Como estas?

—Tranquila, ya lloré, grite, lance todo lo que encontré y si no me lo dijo fue por algo o por falta de algo, así que por mi parte disfrutaré las vacaciones y cuando se terminen y lleguemos a la base pensaré en eso.

—Perfecto, entonces vamos a desayunar y a la playa.

Se para y se dirige al sanitario.

Yo me quedo boca abajo disfrutando de la vista, desde su espalda ancha bien tonificada, su trasero de stripper y las piernas duras y musculosas.

Definitivamente estoy comiendo bien.

Me paro y busco que ponerme, me decido por un bikini negro con manchas de colores fosforescentes.

Me empiezo a ajustar el sujetador y se enganchan las tiras con mi cabello, problema típico si tienes el cabello largo y abundante.

Iván sostiene mi cabello con paciencia mientras hago un nudo en la espalda y el cuello. Me pasa el vestido, me lo pongo, mientras el llena mi bolsa de playa, bloqueador, repelente, lentes.... donde están.

—Ten —. Me entrega los lentes y el sombrero.

Mete los teléfonos a la bolsa mientras tomo un libro para él, Le doy un casto beso, le pongo la gorra deportiva y salimos.

Definitivamente hacemos buen equipo.

Llegamos temprano a desayunar y solo están mis padres ahí así que nos sentamos con ellos.

Iván pide dos aspirinas y se por qué lo hace, tiene resaca y conociéndolo, aunque se esté muriendo no me dirá nada. Nunca lo he visto ebrio y si lo ha estado lo disimula muy bien. El a mi si y siempre me cuida, le toca ser el que nos carga a Alex y a mí mientras Kate es la que nos cuida de la cama loca.

—¿Y todo bien? —. Cada uno conoce a su madre y con el paso del tiempo aprendes a identificar sus tonos de voz.

—Si mamá todo bien. ¿Y mis hermanos? —. Finjo no ponerle atención y evito su mirada.

—Bien pero no podrán venir te mandan buenos deseos y que cuando vuelvas te festejan —. La situación es muy graciosa para mi ya que de verdad estoy evitando su mirada.

—Ok muy bien, será en otra ocasión —. Contesto con una sonrisa esperando que diga algo más. Conozco a Dánae y sé que quiere saber algo, lo necesita saber, conozco esa peculiar mirada que sigo tratando de evitar.

—¿Y Moore?? ¿Si vendrá? Por qué ayer que te fuiste y dejaste tu celular en la playa le conteste para que no se preocupara y estaba preocupado. ¿Todo bien con él?

El As de Espadas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora