C8: CHERRY SABE QUE ALGO ESTÁ PASANDO
Durante una de las comidas en el Sía la Luce, Kaoru se dio cuenta de algo. La sonrisa de Miya no es sincera. Miraba a Reki y a Langa con recelo contenido y teme por un momento que sea porque le desagradan las parejas del mismo sexo, sin embargo descarta la idea al instante. Él sabe, que Miya sabe lo que pasó esa tarde en la cocina (porque se lo dijo Carla cuando revisaba los videos que guardaba en su base de datos); sabe que al más joven de ellos no le importa que tenga muestras de afecto con Joe en su presencia. Así que algo no cuadraba en esa historia.
También descubrió que cuando sonreía, a pesar de incluso entrecerrar los ojos como cuando reía de verdad, no tenía ese brillo usual. Notó que era una sonrisa practicada, pero no la que usaba en las entrevistas; esta era distinta. También que cuando parecía que nadie prestaba atención se encorvaba sobre sí mismo y fingía jugar en su consola.
Al final del día Kaoru ofreció llevarlo de vuelta a casa, así que el niño fue el último en irse. Cuando únicamente estaban los tres solos (es decir, Miya, Joe y Cherry); Kaoru le preguntó con calma: ¿Todo está bien?. Y vio a Miya dudar, su mirada se volvió tan ruidosa y caótica que lo aturdió un momento; sin embargo le dio una sonrisa altanera y le dijo que parecía su madre, porque era muy paranoico.
Cherry sabía que no era verdad, la madre de Miya pocas veces le preguntaba por algún aspecto de su vida que no fueran entrevistas o concursos. Para cuando dejó a Miya en su hogar y regresó con Joe, por fin le pudo externar preocupación; por desgracia Kojiro sólo le dijo que quizá el niño estaría teniendo un mal día, o que tendría las hormonas alteradas y que con sólo pasar un rato juntos no podría identificar una sonrisa así. Solo que Kaoru si podía hacerlo; porque le recordaba a la sonrisa ensayada que tenía Kojiro. Cuando lo veía añorando a Adam; cuando algo malo le pasaba y no quería que él se enterara, o cuando fingía que no estaba triste por alguna fecha en especifico.
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UNA FAMILIA PARA MIYA
Short StoryPor fin había conseguido una familia, además de sus ausentes padres, Miya consiguió un lugar seguro para desenvolverse. A sus 14 años por fin se sentía querido y aceptado... Hasta que las cosas comenzaron a cambiar un poco cada vez. A veces llega a...
