C33: ¡¿QUIERES PELEA, IMBÉCIL?!
El plan de Langa había funcionado milagrosamente bien; los cretinos con el tiempo lo habían dejado en paz... Hasta ese día.
Por una conferencia extraescolar para saber a qué institución irían al terminar el año tendría que salir casi al anochecer, y sus padres por trabajo no podrían ir a recogerlo. No es que las calles de noche lo asustaran, es decir se salía de su casa a media noche para ir a patinar con personas de dudosa reputación. Pero de ahí a tener que huir del grupo de arpías que lo estaban siguiendo desde hace un largo rato estaba siendo cansado y agobiante.
Aún estaban en el auditorio escuchando las cosas buenas que todas las escuelas de paga ofrecían solo por todos los ingresos de tu familia por el resto de la vida; pero sentía las pesadas miradas de aquellos vándalos. Antes de que el último expositor se presenta le llegó una nota pasada de mano en mano.
« Espero que estés listo para pagar la rata traicionera».
Miya finge que no se aterró; con toda la calma del mundo mandó un mensaje a Whatsapp pidiendo que si podía ver a alguno al salir del evento. Para cualquiera hubiera sido una invitación aleatoria y sin real importancia. Para sus amigos fue un grito de ayuda, y vio como Joe, Shadow y Reki se ponen de acuerdo de quien podía ir para acompañarlo. Después solo vio en la barra de notificaciones que le avisaran el justo momento en el que dejará el auditorio y que se dirigiera detrás de la escuela. Miya no cuestiono y acepto.
Casi hora y media después salió. Se tomó su tiempo para avisar y salió con la marea de estudiantes. Pocos eran los que se dirigían hacia atrás del colegio porque los servicios de transporte público estaban en la otra dirección. Cuando justamente llegó a la parte más desolada de la calle fue cuando la pandilla le dio alcance. Se encogió cuando el puño del lides se levantó contra él, pero el golpe no llegó porque un brazo excesivamente musculoso se lo impidió. Nadie había oído llegar al enorme hombre.
Miya reconocería a Joe donde fuese, pero ahora verlo con el cabello cubierto, una chamarra de cuero negra y un pañuelo similar al que usaba Cherry en el S lo facino. Era como el protagonista de una película de acción. Joe se puso delante del cuerpo de Miya y soltó tan bruscamente al chico que terminó cayendo a un lado. Antes que nadie pudiera reaccionar correctamente explosiones comenzaron a sonar por toda la calle y alrededor de ellos; muchos de los fuegos pirotécnicos eran humo más que nada y una oleada de motos rugió a su alrededor.
Miya con una consternación fascinada admiro el caos a su alrededor a pesar de que el enorme cuerpo de Joe impedía gran parte de su visión. De pronto el humo comenzó a disiparse y habían tres motocicletas rodeandolos, al fin Joe se apartó y se colocó detrás de Miya sosteniéndolo por los hombros.
Un hombre de exagerado maquillaje y ropa ceñida impidió la huida por la izquierda, dos adolescentes sin aparente intención de cubrir su identidad más que con una ropa igual de oscura cubrieron el lado derecho; y cuando intentaron huir por la parte de atrás, otro hombre alto de mirada férrea y perforaciones por todos los lados visibles que quejaba ver la máscara negra los hizo detenerse.
Si no reconociera a Cherry por sus ojos dorados no podría decir que era él. La ropa con espuelas y tachuelas, las perforaciones, el delineado oscuro y la ropa ceñida desconcertaba bastante de su ropa usual. Joe a su espalda también era una versión más cool y chico malo que de su usual aspecto casanova. La mirada de pánico de sus antiguos atacantes lo hizo sentir infinitamente mejor.
— Escuchen mierdecitas, tóquenle un solo pelo y están muertos — Shadow a medida que hablaba encendía una mecha de sus pirotecnias.
Uno de ellos de forma muy valiente (estúpida) intentó golpear a Reki para abrirse camino y Langa lo empujó al suelo.
— ¿Quieres pelea? ¡Pelea imbécil! ¡Párate! — Bramó Reki mientras sacaba de la bolsa trasera de su pantalón una de las llaves inglesas que usaban en el taller. El tamaño tal vez no era excesivamente grande, pero en manos de un furioso pelirrojo se veía como un arma mortal bastante grande.
El chico no se levantó y solo lo miró aterrado. El cabecilla por otra parte intentó hacerle frente a Joe, y él lo tomó con las manos enguantadas demasiado cerca del cuello pero sin llegar a ahorcarlo.
— Oh no niño, créeme no quieres hacer esto, podrán ser mas ustedes pero no quieres intentarlo, él tiene algo por exportar e incendiar cosas — Señaló a Shadow— A el le gusta coleccionar los dientes que les tira a los demás en las peleas — Cherry les mostró un collar con distintos tipos de piezas dentales. — Y a ellos les gusta ver quien puede derribar a más en el mejor tiempo.
Esta vez Joe si lo tomó del cuello pero sin llegar a hacerle un daño real.
— Ahora váyanse y no vuelvan a acercarse a Miya si no quieren descubrir la verdad de las amenazas. — Joe lo acerco aun con la mano en el cuello — Y no van a decir nada a nadie por que si no nosotros vamos a hablar.
Joe le susurro algo al oído y el chico se puso pálido; los dejaron salir corriendo y todos suspiraron.
— ¿Cómo es que no te cocinas vivo dentro de tanto látex y cuero? — Joe se abanicó con las manos y perdió toda aquella postura autoritaria. Cherry asintió de acuerdo.
— Bueno, yo estoy acostumbrada a usar ropa, no como otros — Se defendió Shadow.
Reki se acercó a Cheery para mirar el collar con sincero detenimiento.
— ¿De dónde sacaste un collar de dientes?
— Tengo una amiga que trabaja como escenógrafa y estudio artes plásticas, hace un par de años regaló algunos de sus trabajos en Halloween, creo que son de porcelana y resina como la de los dentistas — Cherry también había perdido su postura amenazante y Requiera el mismo cachorro hiperactivo de siempre.
Miya estaba realmente fascinado por todo lo que ocurría. Sabía que no tendría que preocuparse de esos matones nunca más. Porque tenía un grupo de amigos que lo protegieron a pesar de que ninguno (excepto Shadow, y tal vez Joe) le haría daño a nadie intencionalmente en su vida.
(...)
Creo que a veces olvidamos que Joe le metió un puñetazo a alguien en su carrera contra Langa, y que lo dejo inconsciente.
Yo quería un poco de drama y protección familiar, pero no con la suavidad de Kaoru, Kojiro, Hiromi, Langa y Reki (El gran hermano que se queda dormido leyéndole cuentos a sus hermanas y que intento que un zorrito patinara). Si no que quería la pasión e intensidad de los grandes Cherry Blossom, Joe, Shadow, Snow, y Reki.
No quería una suave charla sobre sentimientos al rededor de una fuente de pasta y chucherías, no, yo quería el caos en su pura expresión, algo que solo las personalidades del "S" nos pueden dar. Asi que por eso esto es tan random y caotico.
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UNA FAMILIA PARA MIYA
Short StoryPor fin había conseguido una familia, además de sus ausentes padres, Miya consiguió un lugar seguro para desenvolverse. A sus 14 años por fin se sentía querido y aceptado... Hasta que las cosas comenzaron a cambiar un poco cada vez. A veces llega a...