C11: VEN, PATINA CONMIGO PEQUEÑO LILITH
El asistente de Adam lo miraba raro, y no podía descifrar que era, pero lo estaba cansando. Por su parte Adam también lo incomodaba, desde que hace unas semanas Ainosuke había descubierto su "secreto" no dejaba de mirarlo. Y menos desde que logró dominar un truco bastante difícil. Cuando acabaron su reunión por ese día, Adam lo sujetó suavemente por la muñeca para detenerlo antes de que se fuera.
Quiero competir contra ti hoy en el "S", prometo que no usaré un juego sucio en tan pequeño y puro cuerpo; así que no temas y ven a competir contra mi. No patinaras solo de nuevo. Y no puedes negarte, porque se que no quieres que "ellos" se enteren de tu "pequeño" secreto, ¿no es así: pequeño bravucón?. La voz acaramelada de Adam le heló la sangre. Más cuando se dio cuenta que no sólo sabía el hecho de que se sentía sólo, si no que también sabía que se estaba juntando con personas con un historial para nada limpio.
Así que esa noche llegó al "S", y a pesar de que tenía tiempo de no ir (usando la excusa y la realidad de que se ahogaba en exámenes) sintió una extraña nostalgia incómoda, como si ya no perteneciera ahí. Sintió la mirada de Cherry, de Langa y después la de Reki; estaban frente a él, y él les sonrió. Y gracias a la bondad de los dioses Adam hizo acto de presencia con una glamurosa entrada; antes de tener que fingir de nuevo ser el mismo de siempre.
Una gran presentación como siempre y Adam dio un discurso del que entendió la mitad hasta que lo señaló con un dedo en una pose elegante. Todos entendieron que lo estaba retando a un duelo. Iba a aceptar pero Reki se interpuso frente a él.
— Compite conmigo.— Gritó el pelirrojo. — Él es solo un niño, no vas a ganar nada de él.
Se suponía que Reki lo defendía, pero a la vez se sentía mal de que lo protegiera en vez de apoyarlo. Se sentía menos. Además ¿por qué ahora? ¿Por qué no lo buscó antes para saber si estaba bien? ¿Por qué interesarse de momento? ¿Sería solamente porque le tenía recelo a Adam desde lo de Langa?.
Miya rodeo el cuerpo de Reki, levantó la cabeza y lo miró directamente a la máscara donde se suponía estaban los ojos sin importar la clara diferencia de altura. Acepto el reto, gruñó con la cabeza en alto y el circuito rugió. Reki lo giró con violencia y lo vio molesto:
— ¡Retráctate! ¡Sabes que no puedes contra Adam!.
Miya usando su orgullo lo desafío con la mirada y murmuró un pruébame, antes de iniciar la carrera.
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UNA FAMILIA PARA MIYA
KurzgeschichtenPor fin había conseguido una familia, además de sus ausentes padres, Miya consiguió un lugar seguro para desenvolverse. A sus 14 años por fin se sentía querido y aceptado... Hasta que las cosas comenzaron a cambiar un poco cada vez. A veces llega a...