Consecuencias

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C29: TODO ACTO TIENE CONSECUENCIAS



— ¿Por qué yo tengo que estar aquí? Tengo trabajo — se quejó de nuevo Hiromi, mientras esperaba inquieto en una mesa familiar — No se si lo notaron, pero apenas y tengo amigos porque no se me da hablar con adultos, y tres de esos amigos pueden seguir considerándose unos niños.

— Deja de llorar, estás aquí porque se supone que al menos aprecias a uno de esos niños. — Gruñó Kojiro desde su lugar tras la barra donde limpiaba unas manchas inexistentes.

— ¿Están seguros de hacer esto? Los señores Chinen podrían poner una denuncia en su contra, lo saben. — Hiromi miró a Kaoru quien estaba "tranquilo" jugando con una servilleta.

— Si hacemos las cosas bien no habrá necesidad, tu solo quédate aquí, quieto y callado hasta que seas necesario.

— No soy tu jodida mascota, chicle pisado.

Kojiro soltó una ronca risa que murió por completo al ver la mirada de advertencia de su pareja. No pasó mucho tiempo para que los señores Chinen tocaran la puerta. Kojiro fue quien les abrió y los invitó a pasar.

— Lo siento, Miya nos pidió que viniéramos pero no nos dijo para qué ¿Él está bien? ¿Está aquí? — La señora Chinen los miró preocupada y sostuvo en sus manos la mano de su esposo mientras se sentaban.

— Mi nombre es Kaoru Sakurayashiki, él es Hiromi Higa y el Kojiro Nanjo. — Kaoru tomó aire y miró a la pareja con la cabeza en alto— Y no, Miya no está bien. Han pasado muchas cosas, pero él no sabe cómo hablar con ustedes y nos pidió a los tres que interviniéramos por él.

— No me lo tome a mal, señor Sakurayashiki, pero ¿por qué un niño de 14 años le pediría a un grupo de adultos de los cuales ni siquiera sabemos nada, que nos cuenten sus problemas? ¿Qué clase de relación tienen ustedes con mi hijo? — El señor Chinen a pesar de su aspecto tranquilo era un hombre bastante enérgico, que haría lo que estuviera en sus manos para defender a su familia.

— Lo entendemos y la verdad es que nos conocimos por un amigo de Miya. Reki Kyan ¿lo conocen, no? — La pareja asintió ante las palabras de Kojiro— En realidad fue una casualidad del destino, si quieren llamarlo así. Reki y Langa, suelen ir a patinar al parque de la costa, ahí conocieron a Miya. Los chicos trabajan en una tienda de Skates donde el dueño los presentó con Hiromi, que es florista y de vez en cuando le vende arreglos a Langa para su madre; y a Reki para sus hermanas.

Hiromi asintió ante la historia, aunque sabían que esa no era la versión real, era mejor que hablarles del "S" de buenas a primeras.

— Hiromi también me hace arreglos para el restaurante y para la oficina de Kaoru, así que lo conocíamos desde hacía un poco de tiempo atrás. Sin embargo a Kaoru lo conozco desde los 9 años, y durante muchos años hemos patinado juntos así que podría decirse que el patinaje fue lo que nos hizo conocernos.

— ¿Así que es con ustedes que Miya se escapa a media noche? — preguntó más dócilmente el señor Chinen y antes de que alguno pudiera responder, continuó: — Creíamos que estaba viéndose con alguna chica por las noches, como una relación secreta, y sabemos que está creciendo así que...

— Es algo así... — Dijo un tanto bajo Hiromi.

— Se que deben creer que somos unos malos padres, pero intentamos lo mejor que podemos, ninguno tuvo las mejores familias para crecer y estamos intentando darle a Miya las cosas que nosotros no pudimos tener. Y sé que fallamos más veces de las que acertamos, pero lo intentamos. — La señora Chinen abanico sus ojos con las manos y respiró hondo para contener las emociones que intentaban salir de ella. — Se que suena trillado y no creo que alguno de ustedes tenga aún hijos, pero cuando los tienen, por más guías de paternidad sana que lean es imposible hacer un trabajo perfecto. Solo, necesito por favor que sean sinceros con algo... ¿Es algo ilegal, no?

UNA FAMILIA PARA MIYADonde viven las historias. Descúbrelo ahora