Ocultos

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C46: MAMÁ; SI NO ME MUERO, NO ES PELIGROSO



Extrañaba ir al "S". En esos casi dos meses y medio solo había ido dos veces y fue bastante agotador tener que contestar las llamadas de su madre cada 40 minutos porque estaba preocupada. A Ver, la entendía; había descubierto que su hijo iba a un lugar ilegal a patinar donde podría salir bastante herido; pero era bastante molesto no poder hacer nada porque cada dos segundos entraba una llamada.

Esos días no pudo estar más de 2 horas porque se desesperó de dar un informe detallado sobre que estaba pasando y si le faltaba mucho para volver. Agradecía que sus padres le prestarán atención ahora. Pero era francamente agobiante tener que dar tantas explicaciones cuando por más de un año no tuvo que darlas. Así que un día mientras estaba acostado entre sus padres viendo Jurassic World, Reki le preguntó si iba a ir al Crazy Rock ese fin de semana; Miya llegó a un momento de revelación. ¿Por qué no llevar a sus padres al "S" para que vieran que no corría ningún peligro mortal y que de cierta forma sus amigos lo cuidaban?

Así qué se los soltó a mitad de la película. Sus padres estuvieron renuentes a aceptar; parecía demasiado para ellos y sus tranquilas formas de ser. Sin embargo terminaron accediendo y él terminó pidiendo por el grupo de whatsapp dos pases temporales.

Obviamente no le contó a sus padres que un encapuchado con más tatuajes que -posiblemente- ganas de vivir, fue quien le dio las estampas con una "S" impresa; de una manera que probablemente las personas que se hubieran percatado habrían creído que estaban traficando droga.

Pero, era un lugar secretamente ilegal ¿no?.

El sábado por la noche el se encargó de cubrir a sus padres de la manera en la que no se mostrará su identidad y que bueno... No se vieran como unos padres. Mucho menos como unos padres que vivían en un suburbio ligeramente de clase alta. Porque el "S" no era en sí tan peligroso, pero iba a evitar que sus padres fueran acosados o robados en su día a día sólo por un detalle como ese.

Y así se dirigieron a la mina abandonada, cubrió las placas e identificaciones del auto antes de subir por la cuesta al mostrar su broche y estampas. En realidad a esa hora no había mucha gente, pero sí la suficiente para tener cuidado. Les advirtió que no hablaran con nadie con quien él no hablara amistosamente. Eso puede que los haya alarmado un poco.

Al final del día vieron como el "S" se volvía loco solo por ver la presencia de Cherry y Joe, además de ver uno de los clásicos e impresionantes saltos de Langa, aunque de una manera que lo hacía parecer seguro y no preocupantemente suicida, como solían ser en realidad. Gracias a todo lo divino, mientras estuvieron ahí, Shadow se contuvo de usar cualquier explosivo o artimaña sucia; además de que habló calmadamente como si fuera Hiromi en vez de su alter-ego. Cherry y Joe también dieron su mejor cara a los padres; evitando insultarse y siendo extrañamente amables entre ellos.

Además Cherry enseñó al señor Chinen como funcionaba Carla. Fue un muy buen día, porque sus padres le dieron carta abierta para seguir yendo con sus amigos; su madre tuvo un especie de disculpa por ser tan sobreprotectora, que desembocó en ofrecerle comida en cuanto salieran de ahí.

Miya no podría estar más que encantado con eso, y por un largo tiempo, hasta que creciera lo suficiente, sus padres no tenían porque enterarse de las verdaderas personalidades de sus amigos en ese circuito de terracería y barrancos.

UNA FAMILIA PARA MIYADonde viven las historias. Descúbrelo ahora