Capítulo 13

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-Nada de lo que dices tiene sentido... ¿estás bien? -le pregunta Adrien, preocupado, acercándose a las escaleras donde está ella.

-¡Sí, estoy perfectamente! -vocifera y entra a su cuarto, dando un portazo-. Eso estuvo cerca... -murmura Marinette a Tikki-. En todo caso... tengo que averiguar quién es la chica a la que le gusta Adrien para deshacer el hechizo.

-¡Vamos, Marinette! Ya sabemos las dos que él se gusta de ti. Tu has de ser quien lo bese -razona Tikki.

-Mmm... no lo creo.

-¡¿Por qué?! ¡Si incluso intentó viol...!

-¡No, Tikki! ¿Acaso no te acuerdas de que ayer Adrien me besó? Si yo fuese la chica a la que quiere, el hechizo habría desaparecido, pero no fue así.

-Pero no fue un beso sincero... -dice Tikki-. Deberías ser sincera y...

-¿Sincera? ¡Claro que soy sincera! -miente Marinette, desviando la vista a la ventana.

-Claro... como lo acabas de hacer ahora... -dice Tikki, sarcástica-. Vamos, Marinette. No podemos dejar a Adrien así para siempre. Tienes que ayudarlo y, simplemente, la única manera es demostrándole que eres sincera con y contigo misma. Transmítele que puede confiar en ti y que tú puedes confiar en él.

-D-De acuerdo. Lo intentaré... -Marinette sonríe y se queda pensando.

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Cap 13:  FINGIMIENTOS Y MENTIRAS
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-No tengo nada que perder porque al fin y al cabo tuve mi primer beso con él... -continúa Marinette, enfurruñada.

-Tranquila, Marinette. Él lo olvidará todo de todas formas.

-Bueno, finalmente una parte buena en todo esto. -Marinette sale de su cuarto y baja las escaleras donde se encuentra Adrien-. ¿Adrien?

-Vaya, hola, preciosa -dice Adrien, levantándose del sofá.

-Necesito decirte algo... -dicen Marinette y Adrien a la vez.

-Vaya -se ríe Adrien-, tú primero.

-No te preocupes. Lo mío puede esperar. -Finje una sonrisa.

-En ese caso, quería informarte que mi... ugh... mi odioso primo vendrá de visita -farfulle Adrien, apoyando su mano en su cuello.

-Espera... ¡¿hablas de Usui?! -exclama Marinette, asombrada.

-Llámalo por su nombre, mejor. Me incomoda que lo llamen por su apellido como si fuese conocido por todo el mundo.

-Es que ES conocido por todo el mundo, Adrien. -El rubio hace un gesto de desagrado mientras que Marinette da saltitos de alegría-. ¡Cielos! ¡Será un honor conocerlo! Siempre quise... -Marinette se queda en silencio-. Espera... ¡esta es mi casa! ¡¿Acaso vendrá aquí...?!

-Espero que no te importe... En mi mansión no hay nadie, así que tendrá que alojarse aquí si me lo permites...

-¡Claro que no me importa! ¡Al fin y al cabo es USUI!

-Sí, sí, como sea... Ahora dime, ¿qué querías decirme? -le pregunta Adrien, tímido.

-Uh... bueno... -Marinette se sonroja y Adrien da unas risillas.

-¿Acaso te has ruborizado, preciosa? -le pregunta y Marinette se muerde el labio inferior.

-Mejor... cállate -murmura Marinette, cabizbaja.

-¿Esta bien? -pregunta Adrien, sin entender nada.

-Uh... mmm... bueno... -Marinette suspira y alza la cabeza donde Adrien-. Yo... te amo -farfulle murmurando y Adrien abre los ojos cogiendo un gran tamaño en su cara.

Se crea un inmenso silencio y Marinette empieza a ponerse aún más nerviosa mientras que Adrien se queda asimilando lo que la de ojos zafiros le ha dicho. Marinette, sin poder contenerse más, iba a encaminarse a su habitación cuando Adrien la detiene con lo siguiente:

-¿Por qué... cuando te dije lo mismo no me lo confesaste?

Marinette se queda en silencio pensando qué decirle cuando Adrien sonríe.

-Ya sabes que yo también te amo...

Adrien se acerca donde Marinette y le coge de las manos, entrelazando los dedos con los de ella. Baja su rostro al tamaño de la joven y la besa.

Marinette se separa y observa que el color de los ojos de Adrien cambian a su color natural, lo cual le alegra a la azabache.

-¿Adrien?

-¿T-Tabla?

-Sí, volviste -se confirma Marinette a sí misma y forma una gran sonrisa en su rostro.

-Ummm... ¿a dónde fui?

-Es... una larga historia -dice Marinette, nerviosa.

-¿Qué pasó? ¿Acaso me he drogado o algo?

-No, no -dice Marinette, moviendo sus manos y su cabeza.

-Ummm... ¿Acaso fui al cine a ver la princesa Sofía y me quedé dormido?

-Tampoco...

-Ummm... ¿Por qué estás tan sonrojada, por cierto? -pregunta Adrien, viéndola como un tomate.

Marinette se sonroja aún más y sacude su cabeza. Tapa su rostro con las manos para relajarse pero Adrien se asusta un poco.

-No, en serio, dímelo. Puedes confiar en mí -murmura y le coge de las manos, haciendo que Marinette lo mire sorprendida.

-¿En serio que... puedo confiar en ti?

-Por supuesto -dice Adrien y le sonríe-. Siempre podrás confiar en mí en lo que sea.

-Adrien, yo... umm... Sí, fuimos a ver la princesa Sofía y te quedaste dormido y roncaste en todo el cine -bromea Marinette y este se lleva las manos a la cara.

-No... ¡no puede ser! -Marinette se pone seria y asiente pero Adrien sonríe de lado, confundiendo a Marinette-. Ya lo siento, tabla, pero tal vez lo habría creído si no hubieses dicho que roncaba porque yo NUNCA ronco.

Marinette se queda sin palabras y hace puchero de tristeza, fingiendo que le ha dolido.

-L-Lo siento, es que pensé que...

-¿Cuándo dejarás de fingir? -pregunta Adrien con voz firme.

-¿Qué?

-Oh, vamos, Marinette. No finjas más. Si continuas así, jamás llegarás a ningún lado. ¿Sabes por qué te llamo mojigata? -Marinette mueve la cabeza-. Porque siempre finjes. Finjes sonrisas, finjes estar contenta, finjes que te importo, pones excusas a todo, finjes... tus sentimientos. ¿Cuándo me demostrarás quién eres realmente?

Marinette se queda una vez más en silencio y esta vez más tiempo.

-Sí que me importas -murmura Marinette antes de que Adrien se fuese a su habitación. El rubio se gira donde ella y la mira sorprendido-. Era al principio cuando no me importabas pero ahora...

-¿Cómo piensas que te crea después de todo este tiempo? Yo te he confesado que te amo y que quiero pasar mi vida contigo mientras que tú solo juegas conmigo.

-Porque... no soy tú. Yo tuve que estar toda mi vida mintiendo en el colegio respecto mis sentimientos. Todos me ignoraban porque Chloé los engañaba y yo aprendí de ellos. Aprendí a no demostrar lo mucho que me dolía con mentiras y engaños porque nadie me creería si les confesaba la verdad. Y ahora... -Marinette alza la vista hasta encontrar los ojos de Adrien con los suyos- gracias a ti he descubierto mis verdadero yo, el que se había escondido por tanto tiempo. Adrien, yo... te quiero.

Mi inocente Mojigata~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora