-Hola, hija, ¿todo bien? -le pregunta el padre de Marinette.
-Claro... ¿por qué no debería de estarlo? Je, je -responde la azabache, nerviosa.
-Umm... ¿qué tal con Adrien?
-¡¿Con Adrien?! -exclama, súper nerviosa-. Uh... ¿Adrien? ¿Quién es Adrien? ¡Ah, Adrien! ¡Mi niñero! Bien, bien, todo genial. Je, je -responde Marinette mientras que Adrien rueda los ojos.
-¿Adrien te está cuidando bien? -sigue preguntando Tom, preocupado de cómo actúa su hija.
-Uh... sí, claro que sí. Por qué no me cuidaría bien? ¡Él es un gran niñero! ¡Jamás me ha hecho enfadar! No os preocupéis, je, je.
-Esta bien... Sé que va a sonar raro pero... ¿ya tienes novio? -Marinette abre la boca, estupefacta de lo que su padre le ha preguntado de repente.
-¡¿Qué?!
-Marinette, te conozco. Sé perfectamente que mientras nosotros, tu madre y yo, no estamos en casa, que eres lo perfectamente capaz de hacerte tu vida como si fueses mayor de edad. No me sorprendería si me confesases que estás saliendo con alguien.
-Bueno... pues no, no lo tengo -responde Marinette, dando vueltas por la sala mientras Adrien la mira, impaciente por saber lo que le estará diciendo su padre.
-¿Y ni siquiera te has dado tu primer beso?
<<¡¿A qué vienen todas estas preguntas?!>> se cuestiona Marinette.
-¡No! -contesta con firmeza-. ¿A qué vienen todas estas preguntas, papá?
-S-Solo me interesaba por tu vida amorosa, hija. Sé que estás en una etapa en la que estás fuera del control sobre tu cuerpo y a veces ocurren cosas como...
-¡Pues te equivocas, papá! ¡No he besado a nadie ni tengo novio! ¿Algo más? -le miente, nerviosa.
-Oh, pues... nada más. Eso era todo. Te veo pronto, hija. ¡Nos vemos! -Tom cuelga y Marinette luego. Esta última se gira y se encuentra con Adrien, mirándola impaciente.
<<Tendré que darle muchas explicaciones...>> piensa Marinette, echando un suspiro.
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Cap 24: INVITACIÓN OLVIDADA
————————————————————Mientras tanto, Tom cuelga la llamada y se gira hacia su esposa, negando con la cabeza, cabizbajo.
-Oh, no -dice Sabine, entendiendo a su marido-. Nuestra hija sigue soltera, ¿verdad?
-Sí... -contesta Tom, abrazando a su esposa-. Ni un solo beso...
-Qué mal...
-Supongo que a nuestra hija el niñero no le interesa.
-No te preocupes, pronto se enamorará de él. Lo que sigo sin comprender es el porqué nos pidió permiso antes de hablar con Marinette, aunque fue bastante tierno de su parte.
-Es un chico de familia formal, supongo que será por herencia...
Mientras Marinette se sienta al lado de Adrien, jugando con sus dedos por el nerviosismo.
-¿Y? -pregunta Adrien, esperando su explicación.
-N-Nada. Mi padre solo me llamó para saber cómo estaba, nada más -miente Marinette, nerviosa-. En fin, me voy a mi habitación.
-Vale, yo seguiré jugando. -Marinette se dirige a su cuarto mientras que Adrien se queda en la sala, sumido en sus pensamientos.
Marinette sube a su cuarto a paso rápido y Tikki aparece, recibiéndola.
-Tikki, estoy muy cansaaada. Ese idiota de nuevo... ¡Ugh! -Tikki rueda los ojos, imaginándose lo que habrá pasado mientras ella estaba ausente.
-Sé que no debería preguntártelo pero... ¿qué te ha hecho? -le pregunta Tikki, asustada.
-¡Ugh! Es que... ha empezado a besarme, luego a subirse encima mío y... ¡Ay, no sé! ¡Todo esto es muy confuso! ¡No sé lo que me está pasando, no sé por qué no me separé de él desde un principio! ¡UGH! -exclama Marinette, tumbándose en el sillón.
-Ah, por eso escuchaba... como unos gemidos y... Oh, ahora lo comprendo todo -dice Tikki, mirando a su dueña, atónita-. No debí preguntar...
El móvil de Marinette vuelve a sonar.
-¡UGH! ¡¿Ahora quién es?! ¡Llevo dos llamadas seguidas! ¡Qué agobio!
-Marinette, solo han sido dos. Anda, contesta -le dice Tikki, suspirando.
-¿Hola? -pregunta Marinette desde el móvil-. ¿Quién es?
-Hola, Marinette, soy Nathaniel. Solo quería invitarte a mi casa.
-¿A tu casa? -repite Marinette, sorprendida.
-Sí, es que invité a Alya pero luego me dijo que se le olvidó decirte, así que he decidido invitarte por mi cuenta. ¿Querrías venir?
-No me extraña que a Alya se le olviden las cosas. Al fin y al cabo, está pegadita a su novio desde que se... convirtieron en novios, je, je. -Nathaniel se mantiene callado, esperando su respuesta-. ¡Sí, claro que me gustaría ir a tu fiesta! Sin embargo...
-¿Qué pasa? -pregunta Nathaniel, intranquilo.
-No creo que Adrien me deje ir...
-Pero yo... de verdad quería que vinieses. -Marinette se queda callada-. Bueno, pues será en otra ocas...
-¡Preguntaré a Adrien!
-Bien, esperaré tu respuesta, entonces -replica Nathaniel, animado.
-Hasta la próxima... -Marinette cuelga, animada.
-¡MARINETTE! -La susodicha da un respingo-. ¡¿Qué estás haciendo?!
-¡Tikki, solo es una fiesta! Además, pienso que esta vez Adrien se ha ido bastante lejos con lo de los besos y caricias... ¡incluso me ha hecho gemir! ¡No pienso arriesgar a quedarme! Prefiero ir a la fiesta de Nathaniel.
-Pero si solo fueron unos besos... o eso creo -le dice Tikki.
-No solo fueron besos, Tikki. -Marinette echa un vistazo al reloj y se apura al ver que solo faltan diez minutos-. ¡Ah! ¡Tengo que irme!
-¿Cómo piensas salir de casa sin que te noten? -Marinette sonríe.
-¡Tikki, puntos fuera!
Después de que Adrien terminase de jugar, decide ir a la habitación de su mojigata para darle las buenas noches, ya que es casi de noche.
Adrien entra en la habitación sin tocar y pregunta su nombre varias veces pero no recibe respuesta, lo cual le hace deducir que no está.
Esto le lleva a desesperarse y buscarla por toda la casa hasta acabar un poco cansado. Decide llamarla pero se encuentra con que su móvil está en el escritorio, lo cual le desespera mucho más.
No obstante, en ese momento recibe un mensaje en el móvil de Marinette, el cual dice lo siguiente:
ALYA: Perdóname, Mari. Es que Nino me llevó al cine y me olvidé de invitarte a la fiesta de Nathaniel. ¡¡Me alegro que vengas, por cierto!! Espero que me perdones.
-Lo que faltaba... Está con el tomate -masculle Adrien, enfadado.
-¿Qué pasa, chico? -pregunta su kwami.
-Marinette se fue a una fiesta sin mi permiso. Tendré que volver a castigarla.
-Me pregunto cómo será el castigo... -bromea Plagg, comiéndose un trozo de Camembert.
-Pues no será nada bueno... Estar con el tomate que se gusta de ella, no es nada bueno y menos cuando están solos... Tendré que ir a buscarla.
-Oh... qué pereza... -se queja Plagg, sabiendo lo que hará Adrien.
-Anda, que no te cuesta nada -le anima a su kwami-. ¡Plagg, garras fuera!
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Mi inocente Mojigata~
Fanfiction-Ja, ja, ja... ¡¿te contratarán un niñero?! -¡No te burles, Alya! Les dije que era mayor pero... -No te dejan estar sola por lo ocurrido de hace seis meses... lo sé... ¡pero tienen que olvidarlo ya! ¡Tienen que confiar en ti de una vez! -Bueno, no...