Mi inocente Mojigata~

Capítulo 31

-¡¿Por qué?!

-Por si te vuelves a escapar. Ya me has dejado demasiado claro que no puedo confiar en ti.

-Pe-Pero yo no sería capaz de escapar en plenas clases... -responde Marinette, nerviosa. -Adrien se le queda mirando de brazos cruzados mientras alza una ceja-. Vale... solo lo he hecho dos veces...

-Pues está decidido. Te acompañaré.

Adrien sale de casa, acompañado de Marinette.

-De verdad que no es necesa...

-Marinette, te recuerdo que he tenido que llamar al famosísimo Chat Noir, quien apenas tiene tiempo libre, para que fuera a buscarte. Y no ha sido solo una vez.

-¿Eso no te convertiría en un acosador? -le pregunta Marinette, alzando una ceja.

-No... más bien, un gato guardián.

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Cap 31: PREPARADO PARA DECLARARSE
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-¿Gato guardián? ¿Un gato por qué?

-Umm... porque me gustan los gatos.

-¿De acuerdo?

Llegan al colegio y Alya se acerca a ellos.

-Hola, Marinette...

-Hola.

-Y hola..., Adrien...

-Je... hola -saluda Adrien.

De pronto llega Nathaniel.

-Marinette, umm...

-Hola, Nathaniel. ¿Te encuentras bien?

-Solo quería disculparme por lo de anoche... Supongo que en realidad me pasé mucho.

-Oh, no te preocupes por eso...

-Solo espero que tus problemas se resuelvan cuanto antes. -Nathaniel le sonríe.

-Gracias y... yo también lo siento.

-Todo arreglado. Solo falta esto. -Nathaniel se acerca a Marinette y la abraza estrechamente.

<<De verdad que me gustaría que fueras mía, Marinette>> piensa Nathaniel.

-Tsk... -dice Adrien, celoso.

Adrien rompe su abrazo y él acerca a Marinette donde él para que la pudiera abrazar.

-Celoso... -murmura Alya, sonriendo.

Adrien después de abrazarla se queda mirando a Marinette y Adrien acerca su rostro hasta besarla.

-¡Yo... me voy! -exclama Nathaniel, destrozado y llorando mientras se aleja de todos ellos.

-¡¿PERO QUÉ TE PASA?! -le grita Marinette a Adrien.

-Lo siento, fue un impulso... -le dice, sonrojado.

Marinette se gira hacia su amiga, quien los observa atónita.

-A-Alya..., puedo explicarlo...

-¿Explicarme qué? ¿Qué tú y Adrien estáis saliendo? Ya me lo esperaba, amiga -se emociona Alya.

-¡E-En realidad...!

-Aunque, siendo sincera ha sido bastante grosero de tu parte que no me lo dijeras desde un principio pero... ¡Aw, AMIGA! ¡Qué guay! ¡Estás saliendo con un súper modelo!

-¡No somos nada! -exclama Marinette, sonrojada.

-Marinette, no lo niegues. Acepta que os he pillado. Prometo no decírselo a nadie...

-Siento decirte, Alya, que no somos novios -dice Adrien, disgustado.

-¡¿Eh?! ¡Pero si hace unos segundos os estaba viendo besándoos!

-Es que es mi manera de alejar a Marinette de los chicos que no le convienen -explica Adrien, sonriendo.

-Sí, claro... y yo saco dieces en todos los exámenes de matemáticas...

-Como quieras, si no me crees, no me creas.

-Qué decepción -comenta Alya y tocan la sirena del colegio-. Bueno, amiga, despídete te tu alejador de chicos de malas intenciones -bromea Alya y Marinette le mira fijamente.

-Adiós, tabla -se despide Adrien, guiñándole un ojo y Marinette se queda tan paralizada que ni se despide de él.

Ambas jóvenes llegan a clase y se percatan de que el profesor todavía no ha llegado.

-Admítelo, Marinette. Te conozco demasiado bien...

-Alya, solo es mi niñero.

-Pero es que es muy, demasiado cariñoso contigo... Apuesto a que quiere algo contigo y tú no admites que sientes lo mismo.

-Sueñas demasiado, Alya. ¡Solo es mi niñero!

-De acuerdo, haré como que te creo y fin del tema.

-¿Y qué tal con Nino?

-¡Es un angelito! ¡Es tan gracioso, amable, romántico...! ¡Voy a quedar con él esta tarde! -exclama Alya, emocionada.

-Me alegro...

Mientras Adrien y Plagg están hablando en casa.

-Chico, sé que solo llevas una semana y media cuidándola pero... ¿no crees que ya es hora?

-¿Hora de qué?

-Ya sabes, confesarte.

-No creo que sea el mejor momento. Creo que aún no me aceptaría. Necesito de alguna manera ser alguien especial para ella...

-Oh vamos, llevas enamorado de ella desde que entraste a la preparatoria.

-Pero me da un poco de pena...

-¡¿Pena?! ¡Adrien, le has intentando violar más de una vez!

-Ssshh...

-Adrien, sé que quieres te mueres por ella. ¡Anímate!

-¡Vale! ¡Lo haré cuando llegue a casa!

-¡Sí!