Capítulo 32

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-Pero Plagg tú no estarás presente. Te quedarás en mi habitación.

-¡¿Qué?! ¿Por qué?

-Odio los comentarios que me dices cuando me equivoco -dice Adrien, enfurruñado.

-Solo estás exagerando...

-Te quedarás en mi cuarto y punto -concluye Adrien.

Un rato después Alya y Marinette están hablando en clase, esperando a que el timbre suene.

-¡Ya casi terminamos las clases! ¡Qué emoción! ¡Pronto podré estar con mi chico!

-Sí, qué bien -le dice Marinette a su mejor amiga.

-Si tuvieras novio, me entenderías.

-Sí, sí, cuando tenga novio lo entenderé -afirma Marinette.

-Pero ya tienes pretendiente... -masculle Alya.

-Pretendiente. Tú lo has dicho.

-¿Estás segura? -Alya le mira fijamente. Marinette asiente-. Vale, ya no voy a hablar más sobre el tema...

De repente el timbre suena y Alya se emociona todavía más.

-¡SÍ!

Alya y Marinette salen del colegio.

-Ahí está la chica más hermosa del mundo -dice Nino, abrazándola.

-¡Hola! -Alya besa a Nino.

-Vaya, hola, Marinette -saluda Nino.

-Hola, Nino, ¿cómo estás? -le pregunta Marinette.

-Muy bien.

-¿Nos vamos? -sugiere Alya a Nino.

-Sí pero espera, amor. Antes necesito hablar con Marinette. -La azabache lo mira confundida-. Dime, Marinette, ¿Adrien ya lo hizo?

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Cap 32: ÁNGEL GUARDIÁN
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-¿Hacer qué? -tartamudea Marinette.

-Ah... todavía no... -murmura Nino.

-¿Todavía qué? -sigue preguntando Marinette.

-¡Nada! ¡Vámonos, cariño! -exclama Nino y se despiden de Marinette lo antes posible.

Marinette los mira más confundida todavía cuando Nathaniel se acerca hacia ella llorando exageradamente.

-Marinette...

La azabache se gira hacia él y se queda estupefacta viéndolo.

-Nathaniel...

-¿Podríamos hablar? No tardaré mucho, lo juro -le ruega a Marinette.

-Sí, por supuesto...

-Yo... quería... Solo quería...

-Respira, Nath, tómate el tiempo que necesites.

-Quería... agradecerte -suelta Nathaniel de repente.

-¡¿A... gra... decerme?!

-Desde niños, Marinette, me has comprendido y apoyado. Nunca me decepcionabas. Por eso supe que nuestra relación sería muy especial para mí. Cada vez que necesitaba tu ayudaba, siempre estabas dispuesta a hacerlo. Eras y sigues siendo muy generosa. Siempre estabas a mi lado pero... mis sentimientos por ti cambiaron. Se hicieron más intensos. Me cambiaste la vida desde entonces. Entonces no se me hacía tan fácil comunicarme contigo sin ponerme nervioso.

>>Decidí evitarte por unos días porque no podía más conmigo mismo. No quería que me vieras en ese estado. No obstante, tú no permitías que eso pasara. Nunca me dejabas estar solo. Trataba de disimular mis sentimientos pero por dentro cada vez aumentaban más. Por otro lado, pensaba que si te compartía mis sentimientos, te alejarías de mí. Marinette, tú para mí eras y sigues siendo mi... ángel guardián. Todo mi corazón eras tú. Eras mi inspiración para mis dibujos. Prácticamente mi mundo eras tú, Marinette. Sin querer inicié una guerra y aquí, hoy, me rindo. No quiero seguir dañándote, sabiendo que jamás te conseguiré. Gracias por enseñarme a amar. De verdad te lo agradezco.

Marinette se queda sin palabras y empieza a llorar un poco.

-Nath...

-No llores, Marinette. Sé que encontrarás a alguien mejor que yo quien te ame tanto como tú lo amas.

-No sabía... nada de lo que me has... contado. -Marinette se seca las lágrimas-. Eres una gran persona, Nathaniel.

-¿Amigos? -pregunta Nathaniel, sonriendo.

-Sin duda.

-Gracias, Mari. Te veo mañana. -La abraza y se va.

Marinette se dirige a casa sin poder quitarse la confesión de Nathaniel de la cabeza.

Mientras Adrien está en casa preparándose para la declaración de amor que próximamente planeaba hacerle a Marinette.

-Listo. -Adrien se gira hacia Plagg-. Ve a mi habitación, Plagg.

-¡Suerte! -Se va.

Adrien se queda esperándole a Marinette, impaciente.

-Llegué -anuncia Marinette, algo depre-. ¿Qué es todo esto?

-Marinette, necesito hablar contigo -le dice Adrien, acercándose hacia ella.

-¿Qué sucede?

-Es... que... -Hace una pausa-. Marinette, tú me...

Marinette le tapa la boca, entristeciéndose.

-Ahora, por favor, Adrien, no -le pide Marinette.

-¿Qué pasa?

-Yo necesito... estar sola -concluye, dirigiéndose a su habitación.

-¡Marinette! -exclama Adrien pero Marinette entra a su habitación. El móvil de Adrien suena de repente-. ¿Hola?

-¡Hola, primito!

-Ah... Takumi...

-¿Qué pasa? Suenas deprimido. ¡Ah, no me digas! ¡Le ha pasado algo a Mari! ¡Sabía que no te podía dejar solo!

-Sshhh... Ella está bien.

-Qué alivio... ¿Qué ha pasado entonces?

-Intenté confesarme pero no salió bien.

-¿Te rechazó?

-No lo sé. Iba a confesarme pero me calló y salió corriendo a su habitación.

-Rechazo indirecto.

-¡¿Qué?!

-Solo bromeaba... Vamos, Agreste, todo está bien. Yo la conozco muy bien y sé que sus sentimientos son sensibles.

-El problema es que ahora no sé qué hacer.

-Tienes que hablar con ella.

-Eso intenté pero se fue llorando.

-Diría que está mal, primo, ahora tienes que apoyarla y ayudarla en lo que necesite. Sino yo volvería y...

-¡NO! Conmigo estará bien...

-Adrien, sé cuánto la amas y ella...

-¿Ella qué?

-Nada...

-¡Dímelo!

-¡A ella le gustas, cabeza hueca! Por eso me rechazó la otra vez.

-...

-¿Adrien?

-¡Aaaahhh!

-Tranquilízate, tonto.

-¿Es esto verdad?

-Sí, ella me lo confirmó.

-¡Gracias, Takumi! Tengo que ir a hablar con ella. Te hablo luego.

-Sayounara y suerte.

Mi inocente Mojigata~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora