Capítulo 8: Incidente del Bosque Arcturus. Parte 2.

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—...U-umi...

Ninguna de las mujeres podía creer lo que presenciaron. La luna de la noche les permitió ver como aquella bruja desapareció delante de ellas sin dejar rastro. El rostro de confusión de Cerny estaba tan presente como la expresión de terror de aquellas mujeres, así como de la pequeña presente en el lugar escondida.

Cerny, al frente de las nueve, comenzó a temblar en una mezcla de emociones y energía por todo su cuerpo, mientras tenía portando los brazaletes de cuerpo y alma. Kotori dio un paso al frente, saliendo de la hilera que formaba con las demás para acercarse poco a poco.

—Kotori... Cálmate.

—Mataste a Ariadna —poco caso la mujer le hizo a las palabras de Eli—. Ahora matas a Umi.

Kotori apretó sus dientes y dio un salto. Solo le bastó unos segundos para estar al lado de Cerny, intentando conectar un golpe en su vientres. Cerny logró esquivar pero vio en detalle, aquella ráfaga de viento que salió de aquel golpe fallido era irreal. Parecía que Kotori había guardado una tormenta dentro de su brazo para liberarlo en aquella ráfaga que se llevó una gran cadena de árboles y levantó polvo y tierra por los aires.

Cerny intentaba moverse para atrás. Rin llegó a esa posición para hacerla caer golpeando sus piernas. Eli se movió al frente para apuntarla con sus dedos. La luz se encendió en su brazo y comenzaron a brotar relámpagos. Un gran rayo salió de ahí para atraparla en el aire. Cerny usó de nuevo los brazaletes y desapareció de aquel lugar.

Honoka cerró sus ojos. Comenzó a reconocer los flujos de aura de cada una de ellas a su alrededor, para luego comenzar a sentir el aura de Cerny, quien se había elevado en el aire con escoba en un intento de huir de aquel lugar.

—¡Tsubasa! ¡Arriba!

Con este aviso, la mujer colocó sus manos en el suelo. Una rama, verde y gigante emergió del mismo, creciendo y siguiendo a la bruja que escapaba. Logró agarrar la escoba. Apenas Cerny alzó la mirada, vio cómo Maki se acercaba corriendo sobre aquella rama. La pelirroja desenfundó su espada con un único objetivo: cortar su brazo donde tenía los brazaletes.

Cerny saltó de la escoba. Aterrizó sobre sus pies, desapareció nuevamente gracias a los brazaletes.

—Kotori, déjame ver eso.

La mujer de cabellos grises, tumbada en el suelo con el brazo dolorido, recibió a Hanayo quien se ubicó a su lado mientras Rin la acompañaba. Colocó sus manos encima del brazo de la mujer para intentar curarlo.

—Ese ataque cargaba mucha fuerza, pudiste haberte herido.

Con las palabras de Hanayo, los sentidos de Nozomi y Honoka se alertaron. La primera leyendo sus cartas, y la segunda leyendo los flujos de aura. En ese momento, Honoka entendió que estaba en apuros. Estaba inquieta. Cerny podía esconder su aura fácilmente. Sin embargo, Hoolbroke sintió otra presencia en el lugar, así también lo hizo su enemiga quien buscaba huir por el bosque.

De estar sola Cerny, se hubiese escapado. Pero, no era así, había una pequeña ocultada en los arbustos. No sintieron el aura de la profesora pero sí de esa niña, con ella, les fue más fácil encontrar la de Cerny. La mujer tuvo que improvisar.

—¡Ni un movimiento!

Rin y Hanayo, sentadas al lado de Kotori quien estaba arrodillada con la mirada baja. Maki guardaba su espada a unos metros de las tres. A la derecha, Nozomi, Eli, Nico, Hoolbrok, Honoka y Tsubasa juntas viendo la que se avecinaba. Al frente de todas, Cerny caminaba mientras apuntaba su brazo con los brazaletes a la pequeña Chika, cuya expresión reunía todos los sentimientos que se habían generado en aquel enfrentamiento.

La Luz de la Magia Vol.1: Sombras de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora