Capítulo 15: Tiempo sin vernos

133 17 5
                                    

La luna resplandecía alta y bella en las afueras de Luna Nova. Iluminaba los blancos muros del edificio, resaltando su belleza. El césped brillaba, el cual había sido reparado por Benton y Zeya ya hace unas horas. Las hojas de los árboles alrededor de aquellos terrenos se movían silenciosamente. Allí, al frente de aquel bosque, teniendo delante suyo el gran conjunto de edificios de la academia, estaba Akemi Homura, sentada en el verde pasto, dando de comer a un pequeño conejito que estaba pasando por aquellos lares. Ver al animalito tan pequeño e indefenso, degustando de aquella zanahoria, le sacó una sonrisa que pocos han sido capaces de ver.

—Eres muy tierno —susurró esa mujer.

El conejo, abandonó la comida de repente. Como si se acercara un ave rapaz, el animal salió saltando de forma veloz para desaparecer en la oscuridad del bosque. La razón de la huida era la mujer que había salido de los edificios y se acercaba con paso decidido a la recién llegada. Homura se levantó de su puesto.

—Qué espléndida visita tengo hoy por aquí.

—Es bueno volver a verla, maestra Cerny —dijo la mujer de cabellos oscuros—, aunque no sea a usted a quien mire realmente.

—No es necesario que lo menciones, ya he tenido suficiente de eso —respondió Cerny dando un suspiro—. Diría que es también un gusto verte, después de tantos años... Supongo que ahora tendrás 38 años ¿No?

—Al menos en esta vida, sí.

—Te ves como una niña —comentó Cerny para dar una pequeña risa—, pero ya dime, ¿Qué te trae por aquí?

—...Quiero darte una segunda oportunidad.

—¿Disculpa?

—No quiero hacer esto difícil para nadie —Homura comenzó a caminar hacia Cerny—, si tú y yo nos unimos, podremos alcanzar nuestros objetivos. Sé dónde están los dos brazaletes restantes y podría obtenerlos, si aliamos fuerzas y tú provees los que tienes en tu disposición, podremos hacer nuestra voluntad.

—No te importa nada por lo que yo lucho, Homura.

—Juntas crearemos un nuevo mundo.

—Pero el nuevo mundo que yo crearé no es el mismo que tú quieres ¿O sí? —ante la pregunta de Cerny, no hubo respuesta—. Además, el momento cuando pueda hacer el hechizo del Despertar está a la vuelta de la esquina. No pienso esperar a la noche de Walpurgis para actuar, como tú quieres hacerlo...

No hubo respuesta por parte de Homura. En cambio, sólo hubo silencio absoluto, y aquella mirada que inquietaba a más de uno.

—¿No piensas decir nada más?

—No en este momento —dijo Homura para disponerse a partir.

—Lo que sí te digo es que, de interponerse en mi camino, no tendré piedad contigo.

La pelinegra se detuvo en seco. Giró un momento para después darle una sonrisa a Cerny, dejando perpleja a la mayor.

—No te preocupes por mí.

Así, Homura se retiraba en la oscuridad, mientras que Cerny se quedó donde estaba, mientras que a su cabeza llegaban muchos pensamientos al respecto de todo ello. Sabía que en algún momento tenía que chocar con Homura, conocía la voluntad de aquella mujer, la perseverancia y el deseo de cumplir su meta. El día iba a llegar, donde las dos se enfrentarían, pero prefería que ese día estuviera lo más lejos posible, al menos por ahora.

...

Recorriendo los caminos repletos de árboles frondosos, de los cuales caía la suave luz de la luna, siendo acompañados por una orquesta de animales nocturnos, se encontraban Chika y You caminando por los senderos de aquel parque. En cada esquina donde giraban, el paisaje era más hermoso que el anterior. Esto era nuevo para You, quien su mayor parte del tiempo vivió en Inglaterra, pero para Chika era ya bastante conocida la zona, pero que aún así nunca se cansaba de dar paseos por allí. Más atrás, se encontraban sus dos acompañantes, Kotori y Tsubasa, viendo atentamente a esas dos jóvenes corriendo de aquí y allá.

La Luz de la Magia Vol.1: Sombras de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora