Capítulo 18: Llegamos al último tramo

133 17 4
                                    

La oscuridad marcaba la villa Shirakawa. Ya era bastante tarde, y la mayoría de los habitantes ya se habían ido a dormir. Se presentaban pocas excepciones, que se notaban en las pocas ventanas con luces encendidas. Entre esas, se encontraba la casa Hoshizora. Estaban las brujas con una especie de plano en la mesa, el cual era detallado por todas mientras dialogaban. Repasaban así la manera en cómo enfrentarían a Cerny.

—Me parece buena la idea, pero me preocupa un poco. Es cierto que nos ayudará a entrar, pero podríamos poner en desventaja a Rin.

—No me subestimes, Tsubasa. Estaré bien, con ayuda de Maki podré contenerla lo suficiente, además, si empeora las cosas, tenemos a Kayo-chi para que nos ayude-nya.

—No te sientas con permiso de hacer locuras solo por eso.

—Kayo-chin aburrida-nya.

—Pero, aún queda el problema de los brazaletes —dijo Nozomi—. Será un gran problema si los usa.

—El uso de los Brazaletes será su último recurso, después de todo, para poder utilizarlos se sacrifica energía vital —replicó Tsubasa.

—Solo hay que explicarles el plan a Maki y Nico —dijo Eli.

—Espero que puedan ayudarnos —comentó Kotori—. No es que puedan irse tan fácilmente de su hogar, al menos no teniendo un reino en sus manos.

En un rincón, estaba una chica de cabellos naranjas escuchando todo con atención. Su aura estaba reprimida, procurando que no la encontraran (vaya que había mejorado en aquel truco). Ciertos puntos claves los anotaba en una pequeña libreta que llevaba, pero cuando fue suficiente, se levantó rumbo hacia la habitación de Hanamaru. Abrió la puerta con sutileza, encontrando a sus amigas dentro.

—Hasta que al fin apareces, ¿Dónde estabas? —dijo You, para luego levantarse y acercarse hacia su compañera.

—Aún no se te quita la costumbre de desaparecer —afirmó Mari sentada en la cama de la habitación.

—Cierto-zura.

—Lo siento, chicas. Estaba recolectando algo de información.

—¿Qué clase de información? —preguntó You sospechando un poco al ver a su amiga, sentada al lado de Mari en aquella cama, abriendo su cuaderno de notas.

—Del enemigo ¿De quién más?

—¿Ya perdiste un tornillo oficialmente?

—¡No, Mari! Hablo en serio. Me refiero a ayudar a nuestras madres en el combate contra Cerny.

Con estas palabras, Chika dejó un silencio profundo en la habitación. La brisa que entraba por la ventana podía ser escuchada.

—¿Eh? ¿Qué pasa?

—¿Hablas de pelear-zura?

—¡Exacto!

—Sí, ahora sí oficialmente perdiste un tornillo-zura.

—¡Oye!

—¡¿Cómo se te ocurre que entraremos a luchar en una batalla así-zura?! —reclamó Hanamaru acercándose a Chika.

—¡Para eso vine a aquí! —respondió la chica de cabellos naranjas—. El motivo por el que Cerny está libre soy yo y me veo obligada en dar mi ayuda, sino ¡Nunca podré perdonarme esto!

You vio y escuchó en silencio aquellas palabras. Un ceño se frunció en su rostro, pero no de enojo, sino de preocupación. Muchos pensamientos vinieron a su cabeza en aquel instante al ver a su amiga respondiendo de esa manera.

La Luz de la Magia Vol.1: Sombras de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora