Capítulo 36: Te lo prometo, Chariot

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Así había culminado la historia. Akko no respondió nada ante lo que había escuchado, Chariot esperaba tal reacción. Solo dio un suspiro, y siguió hablando mientras los grillos de la noche la acompañaban.

—Todos pensamos que había muerto. Yo incluso me enteré de esta historia recientemente, de boca de Kotori. La directora se encargó de ocultar la existencia de Cerny, pero cuando la bomba estalló aquella noche donde el Hechizo del Equilibrio sería realizado, fue demasiado tarde.

—¿Y la ministra Lua?

—Se enteró muy tarde, cuando el incidente ya había ocurrido y había perdido dos de los brazaletes. Holbrook... Casi termina en Tartarus.

—¿Tartarus?

—Sí... La prisión de máxima seguridad para brujas y donde Croix está actualmente.

Tan solo esa posibilidad, la directora de Luna Nova en aquel lugar, hizo sudar frío a Akko.

—Claro, Luna Nova significa mucho para el ministerio mágico como símbolo para la magia, así que la ministra Lua hizo todo lo posible para impedirlo. Dio resultado, pero... Ahora el estado de la directora es incierto.

—Yo... Si tan solo...

—Sé cómo te sientes, Akko. Lo que vivió Cerny no es algo que alguien tan noble merezca, pero tampoco lo que hizo estuvo bien, por eso debemos detenerla.

—Tal vez, ¡Si se pudiera hablar con ella! Podríamos traerla de vuelta, si tan solo...

La expresión de Chariot mostraba la realidad, una a la que la jóven e inocente mente de Akko no quería aceptar.

—Tsubasa intentará hablar con ella, pero... no es algo que esté en nuestras manos ahora mismo.

—...¡Maldición!

—¿Akko?

—Es que ¿Cómo puedo llamarme bruja si no soy capaz de salvar a mis compañeras? Es tan injusto no poder hacer nada.

—Te entiendo, pero debes saber que, no importa qué tan poderosa seas, qué tan hábil seas con la magia, hay cosas en este mundo que sencillamente no puedes controlar. Es difícil aceptarlo, pero si no lo haces, la oscuridad te puede tragar entera... Así cómo pasó con Cerny.

Fue entonces cuando Akko bajó la mirada, pero dejó que la luna la vislumbrara. La maestra vio esos ojos, con las cejas juntas y ojos cristalinos. Fue entonces cuando lo recordó.

La misma mirada de Holbrook cada que la fecha del incidente cumplía un año.

El mismo sentimiento de Honoka cuando recordaba aquel secuestro.

Y el mismo semblante de Croix, aquella noche que mostró sus verdaderas intenciones ante la pelirroja.

Los ojos de dolor.

—Akko.

—¿Qué pasó, maestra?

No era evidente, pero había atisbos. Pequeños detalles que a Chariot le recordó aquel punzar en el pecho, esa vez que perdió a Croix por aquella ambición, y por esa oscuridad del mundo. La mujer agarró de los hombres a la jóven.

—Prométeme por favor, que no te pasará lo mismo que le pasó a Cerny, ni a Croix.

—¿A-a qué se refiere?

—Sé que este mundo puede ser muy cruel con los corazones más nobles, volviéndose al camino indebido. El miedo, el rencor, el odio, son sentimientos que nos han hecho mucho daño, no quiero que eso te pase a ti Akko, no quiero que la historia se repita contigo.

La Luz de la Magia Vol.1: Sombras de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora