La Luz de la Magia Vol.1: Sombras de sangre

Capítulo 16: La semilla del Grand Triskellion

—Los brazaletes del caos ¿Eh?

El primer ministro, el conde de Hanbridge, el ministro de defensa y la ministra Lua, primera representante y líder del ministerio mágico, se encontraban en la sala de direcciones de la academia Appleton. El pequeño hombre que era el principal líder del país británico, llegó lo más rápido que pudo al conocer las noticias de la amenaza terrorista que era Cerny.

—Sí —comenzó a decir la ministra mágica—. Cerny dispone de los brazaletes del cuerpo y espíritu.

—¿Usted tenía conocimiento de estas armas, primer ministro? —preguntó Blackwell.

—...sí. Era un secreto de estado que altos miembros del gobierno, el ministerio mágico y el reino de Xonia. Colaboramos directamente con el ministerio mágico para su protección, pero al parecer no fue suficiente.

—¿Dónde están los otros? —preguntó Hambridge.

—Están en protección del ministerio mágico y Xonia —dijo la ministra—. Pero, por ahora Cerny no tiene el ojo puesto en los dos restantes. Con los que tiene, es suficiente para lograr su plan, además que no tomaría el riesgo de ir a por los otros cuando puede pasar por ellos.

—¿Y cuál es su plan exactamente?

—Traer almas condenadas del infierno con el brazalete del espíritu, luego con el brazalete del cuerpo darles un cuerpo físico a esos espíritus, y crear así un ejército. Es conocido como el Hechizo del Despertar. Solo se usó una vez en toda la historia, hace ya muchos años en una de las 5 Guerras Antiguas, pero Cerny busca realizarlo nuevamente.

—¿Del infierno? —preguntó Blackwell—. ¿Cómo que "infierno"?

—Se conoce como Hell, o Hellheim, es un mundo en otra dimensión que resguarda las almas de todos los seres condenados.

—¿Mundo de otra dimensión?... Vamos, dame un respiro, bruja —Blackwell solo pudo dar un suspiro e ignorar el tema por ahora.

—¿Hay alguna forma en la que podamos quitarle esos brazaletes? —preguntó Hambridge.

—Creo que es casi imposible —comenzó a decir el primer ministro—. Cuando una persona porta los brazaletes, estos se enlazan con el espíritu del usuario, por tanto es quien tiene el brazalete el único quien puede decidir si se los quita o no. No se puede quitar a la fuerza, y si el usuario es asesinado, se corre el riesgo que los brazaletes se vayan con su alma al otro mundo. Incluso puede usarlos en el más allá para volver de nuevo.

—Exactamente —afirmó la ministra—, pero hay una forma.

—¿A qué se refiere? —preguntó Paul Hambridge.

—El Grand Triskellion, la magia capaz de cambiar al mundo, fue liberado. La semilla de ese poder la tiene una alumna de Luna Nova, ella es la única opción que tenemos ahora mismo. Con ese poder, podemos enviar a Cerny al más allá, y evitar que los brazaletes se vayan con ella.

Con estas palabras, el silencio impregnó la sala.

...

El sol comenzó a ascender nuevamente en el horizonte de la academia Appleton. A las estudiantes que no pudieron movilizarse, se les fueron entregadas unas habitaciones restantes de la academia para que ellas pudieran estar. Como eran habitaciones provisionales, el tamaño era pequeño y la cantidad de estudiantes que estaban ahí pasaba de tres a dos. Era el caso de Akko y Diana, a quienes les tocó compartir habitación (a sugerencia de Chariot por el entrenamiento que iban a tener).

En ese momento, Cavendish se levantaba elegantemente de la cama, despertando a la hora que se le había indicado a ella y su compañera. Giró la mirada y a su lado se encontró a la castaña, girada de cabeza, roncando bastante fuerte en la otra cama a un metro.