A las afueras de Ciudad Petalia, justo al lado del cartel que indicaba el inicio de la ruta 104 se hallaba Brendan con sus dos Pokemon capturados hasta el momento a cada lado de él. El respiraba fuerte y profundamente, Treecko volteo a ver a su entrenador extrañado.
- Lo siento Treecko, pero dando un paso más estamos por empezar nuestra aventura, necesito mentalizarme y... ¿A quién engaño? ¡ya quiero empezar! ¿Están listos los dos? -Treecko asintió con cara firme y Ralts, todavía tímida lo hizo también antes de que Brendan la tomara en sus brazos-. ¡Vamos!
Los tres dieron el primer paso hacia su aventura. Corrieron por un tiempo sobre la ruta 104 admirando su belleza. Sobre ellos volaron unos Taillow liderado por su evolución, un Swellow y a su lado unos Zigzagoon se correteaban mutuamente. Alcanzó a escuchar los graznidos de los Wingull indicando que había agua cerca de ahí.
No tuvo que andar mucho para encontrarse cerca una playa bajando sobre el camino principal donde había bañistas tomando el sol y mirando hacia el horizonte. Los niños jugaban con sus enormes flotadores puestos y otros hacían castillos de arena junto a sus Pokemon. En el fondo un Wailord saltaba del agua ante la mirada atónita de los bañistas quienes obviamente se maravillaron ante semejante espectáculo. Brendan se detuvo al borde del peldaño entre el camino y la playa.
- Es hermoso -exclamó Brendan con los ojos iluminados, dejando a Ralts en el suelo.
Se empezó a quitar los zapatos y los calcetines para ir a la playa
- Vamos chicos, hay que divertirnos un rato, nos espera un largo camino.
Brendan fue recibido por un pelotazo de un grupo de bañistas que estaban jugando voleibol con una pelota de Spheal. Lo invitaron amistosamente a unirse a ellos y él aceptó. El Pikachu de uno de ellos invitó a Treecko a surfear con él y juntos recorrieron las aguas de aquella tranquila playa. La pequeña Ralts simplemente se quedó sentada sobre la arena mirando a los otros dos mientras movía su verde cabeza al ritmo de un ukelele que sonaba de fondo.
Tras un agotador partido, Brendan se sentó sobre la arena y empezó a rebuscar en su mochila su botellón de agua. Treecko y Ralts se acercaron a él pero también un tercer pokemon. Frente a él se paró un Marill de aspecto alegre que estaba bailoteando con un cuenco en sus manitas ofreciéndoselo a Brendan. En el cuenco había un jugo espeso de color grisáceo, con un popote colgando.
- ¿Para mí? -Preguntó Brendan
- Marrilll- asintió el Pokemon dándole el cuenco-.
Brendan tomo un sorbo.
- Mmm rico.
- Me alegro de que te guste -respondió una chica de voz chillona enfundada en un bikini rosa. Debía ser la entrenadora de Marill, había estado en el juego con Brendan-. Es un jugo de bayas hecho de forma artesanal, en la concha de un Shuckle, justo como se hace en Johto.
- Pues debo admitir que en Johto tienen buen gusto - dijo Brendan mientras la chica lo ayudaba a pararse-. ¿Eres de ahí?
- Ajá, me llamó Lyra, vengo de Pueblo Primavera, y ella es mi linda Marill. Vinimos a Hoenn porque queríamos ver los famosos concursos Pokemon de alto nivel, aunque... jeje apenas nos enteramos de que en ciudad Petalia no se celebran concursos -dijo algo apenada-. Aun así fue algo bueno, hubiera sido una pena no haber conocido esta playa. ¿Y tú eres?
- Soy Brendan, recién acabo de empezar mi viaje. Quiero conseguir las medallas de la región para entrar en la liga Pokemon. - dijo mientras alzaba a Treecko y Ralts en sus brazos-.
- ¡Aww que pokemon tan kawaiiiiis! ¡Son tan chiquitos aún!
Lyra no pudo resistir jalarles los mofletes.
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Pokemon Esmeralda Delta: La historia de Brendan Birch.
FanficBrendan Birch, el hijo de un célebre investigador, se abre paso por su región natal cumpliendo su sueño de llegar a ser campeón. Pero no esta solo, compite con su amiga de la infancia May Senri en ver quien llega primero a enfrentar la liga pokémon...