Pokemon Esmeralda Delta: La historia de Brendan Birch.

Capítulo 43. Altomare VII: Venciendo el miedo

Steven corría por las calles de Altomare siguiendo la señal del multinav Brendan. Iba justo al viejo Arsenal de la ciudad. Justo ahí es donde más reclutas había. Temía que lo hubieran secuestrado y le hicieran daño. Debía darse prisa pero había muchos reclutas que se interponían en su camino,

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Varios miembros del equipo Magma se movilizaban en torno a un viejo edificio como Combees junto a su panal. Brendan los observaba escondido tras una esquina.

-Ese debe ser el viejo arsenal, el lugar donde me dijo Terra que tienen su base-le dijo a Sceptile que estaba junto a él-.

El arsenal era una vieja fábrica de barcos en la punta oriental de la ciudad. Era un recinto de dos partes que era atravesado por un canal muy ancho. El edificio principal estaba justo al lado del canal y era casi como una pequeña fortaleza, rodeado por una muralla con un patio interior y una torre de vigilancia muy ancha. Por más que Brendan analizó el lugar no se le ocurría alguna forma de entrar. Todo estaba rodeado de agua y la única forma de entrar o salir era por la puerta principal.

-¡Oigan, ustedes! -una patrulla de 3 individuos los encontró espiando. Iban junto a unos Mightyena-.

Brendan y Sceptile huyeron pero los Mightyena fueron tras ellos. Por más que intentaron no pudieron perder a la jauría. No quedó más que pelear.

Brendan lanzó las pokebolas de Metang y Kirlia para ayudar a Sceptile. Tan pronto vio a sus oponentes, Kirlia se transportó detrás de Brendan aterrorizada. Brendan no pudo convencerla de pelear porque los Mightyena atacaron de inmediato. Sceptile se defendió con sus ataques de tipo planta pero debido a su pelea con el Bisharp de Courtney y a que lo estaban atacando entre dos no pudo resistir mucho y cayó derrotado. Metang también, a pesar de su gran defensa no pudo hacer nada contra los ataques de tipo siniestro.

-¡Oh mierda! Kirlia por favor. Necesito tu ayuda, sal a pelear.

Pero Kirlia no salió. Al ver a los Mightyena tan cerca no le importó nada y se teletransportó lejos de ahí dejando a solo a Brendan. El chico intentó escapar pero se topó con otra patrulla que también tenía unos Mightyena. Quedó acorralado entre los dos grupos.

-Demonios... me rindo -dijo levantando los brazos-.

Kirlia observó desde la oscuridad como se llevaban a su entrenador al arsenal.

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May, Glacia y Wally encontraron a un gran grupo de reclutas del equipo Aqua en una plazuela solitaria. Matt estaba entre ellos. Parecían estar discutiendo un plan así que observaron desde la oscuridad.

-¿El plan de escape está listo? -preguntó Matt mientras le vendaban la mano-.

-Sí, jefe. Los botes están listos y nuestra arma secreta a punto. Por cierto, el grupo A mandó esto -dijo un recluta dándole la pokebola donde estaba atrapada Latias-.

-Perfecto, me servirá para quitarles al otro pokemon a los del equipo Magma. ¡Grupo A, preparen los botes para la huida nos vemos en el punto de encuentro! -ordenó por radio-.

-¡Sí jefe! -contestó Marín al otro lado de la radio-.

-Ustedes, lleven esto al punto de encuentro y esperen mi llegada. No permitan que nada le pase a esta joya o todo este plan habrá sido en vano.

-¡Sí jefe!

Les dio la joya de la vida y la metieron en un maletín acolchado. Luego Matt se fue, transportado por un Honchcrow.

-¿Esa era la gema que les quitaron? -preguntó Glacia-.

-Sí. Y la pokebola que le dieron al comandante tenía a Latias atrapada. Quien sabe a donde se la habrá llevado-dijo May-.