Capítulo 32. La dama de negro.

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Después de un divertido día en las aguas termales, Brendan y Wally siguieron con su viaje, después de todo Brendan estaba en una carrera contra May y debía aprovechar su ventaja. Se despidieron de todos y pusieron rumbo a Ciudad Portual donde tomarían un barco a Férrica. Brendan aprovecharía para hablar con el presidente Stone sobre su encargo y luego bajarían hacia ciudad Petalia. Cuando estaban por ciudad Malvalona, Wally le pidió a Brendan si podían hacer un breve desvío hacia Pueblo Verdegal y él aceptó gustoso. Tenían varios días de ventaja, así que no habría problemas. Ahora caminaban por la apacible ruta 117 camino a la casa de Wanda. A Wally lo invadía la emoción por volver a casa y contarle a su prima todo lo que le había pasado en este tiempo que estuvieron separados. 

A la entrada de pueblo Verdegal había una puesto de flores atendido por una adorable viejecita. Wally se acercó.

—Buenas tardes, me puede vender dos ramos de flores.

—Claro jovencito, en seguida se los doy. 

—¿Para quien son Wally? ¿Acaso son para la chica de la tienda? -preguntó Brendan en un tono burlón-.

—No. Uno es para Wanda, para disculparme por haberme ido tan deprisa, y el otro es para mamá. Me gustaría pasar a visitarla, si no tienes inconveniente.

—Por supuesto que no, amigo. 

En lo que la señora hacía los ramos Wally escuchó la conversación de unas personas que estaban junto al puesto.

—Se los juro. La vi por el retrovisor cuando pasé por el panteón. 

—Seguramente ibas borracho. No es más que un viejo cuento.

—No. Yo le creo -dijo otro-. El otro día creo que la vi de lejos cuando miré a la vieja capilla.

—Yo también. Un día mi Growlithe empezó a ladrar en esa dirección. Mejor ni me acerqué.

Todas las cosas que decían llamaron la atención del muchacho peliverde. 

—Aquí tiene, joven -dijo la señora al entregarle los ramos-.

—Gracias. Disculpe ¿sabe  de qué están hablando?

La señora se quedó en silencio un momento antes de decirle en voz baja. 

—Están hablando de que se les apareció ya sabe quién. 

—Me temo que no sé de quien habla.

—Usted sabe. La señorita de aquella vieja historia... la dama de negro.

—¿La dama de negro?

—Shhh. No hable tan fuerte. Solo con decir su nombre puede atraer la mala suerte. Tengan mucho cuidado si van al panteón y procuren no se acercarse a la vieja capilla.

Wally no entendió nada de lo que dijo pero lo dejó muy intrigado. Pagó las flores y siguieron su camino a la casa de Wanda.  
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La prima de Wally disfrutaba de esa mañana tan tranquila acostada en su sillón viendo una película y comiendo palomitas. Recibió una llamada en su celular y contestó al ver que era su novio.

—Hola querido... Nada, aquí viendo una película ¿y tú?... oh... ¿tienes algo que decirme?... -Wanda se paró del sillón al escuchar la noticia- ¿¡Ya lo van a inaugurar!? ¿En serio? Ohh cariño, es maravilloso. Tanto que trabajaste porque se hiciera ese túnel y ahora ya está terminado. No sabe lo feliz que estoy, ahora podremos vernos más seguido. 

En eso escuchó que tocaban el timbre.

—Espera, alguien llama a la puerta. Te hablo luego... Yo también te amo querido... Adiós.

Pokemon Esmeralda Delta: La historia de Brendan Birch.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora