Ya han pasado cuatro días desde que nuestros héroes llegaron a Altomare. El entrenamiento iba bien, Brendan y May ya podían mantener un combate sin depender de la vista. A Wally todavía le costaba pero seguía dando su mejor esfuerzo por no quedarse atrás.
—Ok, es suficiente -dijo Steven-. Buen trabajo, los tres. Han progresado bastante en poco tiempo.
—Es que tenemos un buen maestro -respondió May intentando obtener puntos extra-.
Brendan le quitó la venda a Kirlia y la cargó en sus brazos.
—¿Oíste eso, Kirlia? Lo estás haciendo genial -la pokemon sonrió muy alegre. El entrenamiento le estaba ayudando mucho a superar su miedo a luchar y a conectar más con su entrenador. Por alguna razón, Steven le pidió que la usara a ella en los entrenamientos-.
—Ok, descansemos un momento. Vamos a meditar -dijo Steven-.
Steven había agregado la meditación al entrenamiento, según para mejorar la concentración. Ellos lo hacían sin rechistar pero seguían sin entender como les ayudaría a controlar la megaevolución. Steven les pedía que dejaran su mente en blanco y sintieran las sensaciones que ocurrían en su interior. Al principio no entendieron a que se refería pero pronto empezaron a sentir como su sangre fluía por sus venas, los latidos de su corazón y la electricidad que corría por sus nervios. Pero ayer en la última sesión, dejaron de sentir todo, era como si se hubieran desecho de su cuerpo y solo quedara su alma su alma flotando en un espacio negro. En esta sesión intentaban alcanzar ese estado nuevamente.
—¿Lograron concentrarse? -preguntó Steven frente a ellos-.
—Sí -respondieron los tres-.
—Bien... díganme... ¿qué ven?
—Pues se ve negro... -dijo Wally-.
—No lo que ven con sus ojos, Wally. Intenten observar con la mente.
Por un momento pensaron que Steven había fumado algo raro, pero después de un momento de meditación Brendan dijo...
—Yo... veo algo... es... Kirlia... se ve contenta... creo que está con Gallade... le muestra unos pasos de ballet... y... hay algo más...
—¿Qué más? -preguntó Steven-.
—Veo la ciudad... hay...hay... ¡AH!
El grito de Brendan sacó a todos de su concentración.
—Disculpen -se levantó rápido y se fue a la habitación-.
—¡Brendan! -Wally y May fueron tras él-.
Llegó a la habitación y cerró la puerta tras de él. Estaba muy agitado, se veía pálido y sudaba mucho. Fue a hacia la gran ventana que daba al balcón y cerró una de las cortinas. Cuando iba cerrar la otra May y Wally llegaron a la habitación. Cuando abrieron la puerta, Brendan pegó un grito.
—Brendan ¿qué pasó?¿Qué te ocurrió?
—Nada... -dijo fingiendo una sonrisa-.
—Brendan por favor. Es obvio que algo está mal -May lo tomo de las manos y lo hizo sentarse en la cama-. Somos tus amigos, sabes que puedes confiar en nosotros. Dinos que te pasa para poder ayudarte.
—Es que... no lo sé... desde que llegamos he sentido que alguien me sigue, que una voz extraña me habla y ahora, mientras meditaba, vi unos grandes ojos rojos que miraban fijamente. Me estoy volviendo loco... -dijo afligido-.
May le sobo en la espalda para tranquilizarlo.
—Creo que deberíamos decírselo al señor Steven-dijo Wally-. Tal vez él sepa a que se deba.
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Pokemon Esmeralda Delta: La historia de Brendan Birch.
FanfictionBrendan Birch, el hijo de un célebre investigador, se abre paso por su región natal cumpliendo su sueño de llegar a ser campeón. Pero no esta solo, compite con su amiga de la infancia May Senri en ver quien llega primero a enfrentar la liga pokémon...