Capítulo 45. Altomare IX: El destino de Brendan.

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Brendan estaba un vacío negro, flotando en la nada. No podía sentir su cuerpo, ni siquiera abrir los ojos. Pero sí podía oír y escuchó que alguien lo llamaba a lo lejos, como si estuviera en un túnel.

—Brendan... Brendan.... despierta...

La voz se escuchaba más y más fuerte. Era una voz conocida... era...¿May?

—Despierta... ¡Despierta!

De repente abrió los ojos y se levantó de golpe soltando un grito. Respiraba agitado. Volteó a todos lados intentando ubicarse y vio que estaba en su casa de Villa Raíz. Él estaba recostado en un sofá volteando a todos lados.

—Por fin despertaste -May se le colgó del cuello en un abrazo-. Me tenías muy preocupada, por más que intentaba despertarte no respondías. Creo que estabas teniendo una pesadilla.

—¿Qué ocurrió? ¿Dónde estamos? -preguntó Brendan agitado-.

—En casa. En Villa Raíz.

—¡¿Qué?! ¿Cuándo volvimos de Altomare?

—¿De Altomare? No hemos ido ahí desde que éramos niños.

¿Desde que eran niños? ¿A qué se refería? Mirándola bien Brendan se dio cuenta que las facciones de May se veían más adultas, como de unos 25 años.

—Te ves un poco pálido -dijo ella tocándole suavemente la cara con las manos-. Te traeré algo de agua.

May se paró del sillón y fue hacia la cocina. Entonces Brendan puso ver había algo muy raro en ella.

—Wow...

—¿Qué? ¿Qué ocurre? -preguntó May-.

—¿Qué te pasó? Estás... gorda...

—Oye no seas grosero. Si tuvieras seis meses de embarazo te verías igual.

—¿Qué? ¡¿Estás embarazada?! ¿D-De quién?

—Que gracioso, señor "no-te-preocupes-me-puedo-controlar". Suerte que ya estábamos casados cuando esto sucedió o mi padre te hubiera matado.

—¡¿Qué?! ¡¿Casados?!

Se miró la mano y vio un anillo en su dedo anular.

—¿P-Pero que mier...? ¿Cuándo...? ¿Qué diablos es esto?

Se levantó del sillón y caminó por la casa. En definitiva era su casa de siempre pero todos los muebles eran nuevos y estaban acomodados de forma ligeramente distinta. Al verlo tan desorientado May se acercó.

—¿Qué te pasa, cariño? -preguntó May abrazándolo por la espalda-. Me estoy empezando a preocupar ¿quieres ir con el doctor?

Brendan volteó y al verla tan preocupada, la tanquilizó.

—No, descuida. No es nada... es solo que estoy desorientado. Creo que soñaba que tenía otra vida.

—Con razón dormiste tanto. Caíste rendido en el sofá cuando llegaste ayer. Creo que estás trabajando mucho en la liga pokemon, cariño. Se que es tu obligación como campeón atender esos asuntos pero podrías tomarte un descanso de vez en cuando. No solo por tu fiesta de cumpleaños.

—¿Qué?¿Campeón? ¿Soy el campeón de Hoenn?

—Sí. Tu eres mi campeón...

May lentamente acercó su cara con los ojos cerrados. Brendan se puso rojo al notar que ella quería darle un beso.

El timbre sonó antes de que pudiera cumplir su cometido.

—Oh debe ser Wally... -dijo May y fue a abrir-.

Pokemon Esmeralda Delta: La historia de Brendan Birch.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora