Pokemon Esmeralda Delta: La historia de Brendan Birch.

Capítulo 12. Estrella de concurso.

Ubicación: Ciudad Portual

Después del incidente en el Museo Oceánico nuestros dos jóvenes héroes se dirigían al Centro Pokemon para que atendieran a sus compañeros. May notó que su amigo venía distraído mirando un objeto metálico cilíndrico.

— ¿Brendan? ¿Qué es eso?

— No lo sé. Una de las que atacaron lo dejó caer.

— ¿La mujer del Bisharp?

— No, esa casi me... bueno...

— Me recordaste que debía hacer algo.

— ¿Qué?

Ella le dio un golpe fuerte en el hombro. 

— ¡Au! ¿Y eso por qué?

— ¡Por tonto! ¿Por qué diablos te hiciste pasar por mi? ¡Me puedo defender por mí misma Brendan, no necesito que me salves! 

— Lo sé May, lo sé. Solo que yo... no quería que te hicieran daño.

May entendió que estaba siendo algo malagradecida, despues de todo él había arriesgado su vida por ella. Abrazó al chico y le dijo

— Perdón. Es que yo tampoco quiero que te pase nada, Brendan. Por favor, deja de hacerte el héroe o un día se te va a acabar la suerte. 

— No puedo prometerte eso jeje.

— Je...lo sé. Pero al menos inténtalo. Imagínate lo mal que me sentiría si no llegáramos los dos a la liga. 

Se separaron y vio que May se quitaba la humedad de los ojos antes de que le dijera

— Dejemos eso en el pasado. Vamos al Centro.

Le dieron sus pokemon a la enfermera y esta regresó poco tiempo después. Le entregó su Combusken a May y a Brendan solo le regresó a Kirlia.

— Kirlia está en perfectas condiciones, pero me temo que los otros 3 deberán quedarse aquí una noche. Recibieron un golpe muy fuerte. 

— Entiendo enfermera, gracias. Por favor cuídelos. 

Los dos entrenadores salieron y se sentaron en una banca fuera del Centro. Kirlia estaba cabizbaja, se sentía como una cobarde. Creía que había superado su miedo y sentía que pudo hacer más por sus amigos, pero en vez de eso, se escondió detrás de su entrenador... como siempre. Su entrenador vio lo mal que se sentía y la consoló haciéndole saber que no estaba enojado mientras le acariciaba la cabeza.

— Pfff... supongo que no podremos tener nuestro combate -dijo May-.

— Sí. No podré patearte el trasero hoy -contestó con una sonrisa burlona-.

Ella le respondió con un leve golpecito y una sonrisa de lado.

— Ahora que recuerdo, quedé de ver a alguien en el auditorio de la ciudad. ¿Te gustaría venir? 

— Claro por qué no. ¿Puedo saber con quién quedaste de verte? ¿Es una chica? -preguntó May con cierto morbo-.

— Sí, es una chica, pero no pienses mal. Me invitó por ayudarla a encontrar algo que se le perdió. Su nombre es Lisia si no mal recuerdo.

— ¿¡Lisia la coordinadora!?-May volteó sorprendida- ¿¡Esa Lisia!? 

— ¿La conoces?

— ¡Claro que la conozco! Es la coordinadora más famosa de la región Hoenn. Sus presentaciones con Ali son magnificas, ellas dos hacen una pareja de ensueño -dijo May con los ojos iluminados-. Ush... ¿cómo le haces para conocer a toda la gente importante de la región?