Capítulo 42. Altomare VI: Los comandantes.

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Bianca abrió los ojos con lentitud. La luz del techo le resultaba una molestia. Su cuerpo aún dolía pero menos que antes. Sintio el abrazo de los venajes en varias partes de su cuerpo.

—¡May, despertó! -escuchó la voz de Wally-.

Vio a los dos chicos acercarse a ella.

—(May... Wally...) -dijo ella con voz débil-.

—¿Estás bien, Latias? ¿Cómo te sientes? 

Se sobresaltó al darse cuenta que estaba en su verdadera forma. Alzo el vuelo pero se chocó con el techo. 

—¡Ey calma! No te muevas tanto, tus heridas aún no sanan -dijo May-. Tranquilízate, somos tus amigos Bianca. Con nosotros estás segura. 

Latias estaba a la defensiva pero se tranquilizó y cayó nuevamente sobre la cama. May y Wally se sentaron a su lado. 

—Te dimos algo para calmar el dolor y que recuperaras fuerzas pero debes descansar -dijo May-.

—No puedo... debo... ayudar... a la gente.

—En ese estado apenas y puedes moverte -dijo Wally-. 

Latias salió al balcón y vio las columnas de humo se alzaban sobre el cielo anaranjado. La ciudad que tanto amaba ardía y a pesar de su pudo hacer nada para evitarlo.

—¿Hay algo que podamos hacer? -preguntó May acariciándole su largo cuello-.

—Sí. Necesito que me acompañen a casa. 

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Brendan se enfrentaba a dos reclutas del equipo Magma. Los encontró quemando una casa y trato de impedirlo pero ellos lo atacaron con su Magcargo y su Houndoom. Combusken y Marshtomp salieron a defender a su entrenador. Por su ventaja de tipos lograron ganarles sin mayor problema. Antes de que Brendan pudiera interrogarlos los reclutas se fugaron. Brendan no había pensado muy bien cómo es que iba a encontrar a Nero. Solo había actuado por el impulso de saber que había un pokemon en peligro. 

Miró a su alrededor. Estaba en una una zona que en un día normal era muy transitada pero con este caos estaba completamente desierta. El aire olía a humo y algunas casas todavía seguían ardiendo. Ver eso lo puso muy triste pero también le dio animo a seguir adelante y acabar con toda esta locura. 

Le pidió a Marshtomp y Combusken que se mantuvieran cerca por si aparecía otro grupo. Su combinación de tipos era la mejor para enfrentar a los pokemon Fuego y siniestro del equipo Magma. Siguió caminando, cruzo un puente y dio una vuelta hacia la derecha. Luego se detuvo. Se rascó la cabeza preguntándose a donde debía ir ahora. Queria buscar a otro grupo de reclutas para interrogarlos.

—Ahí estás... -Brendan se dio la vuelta y alzó la mirada. Vio a una figura femenina de cabello lila parada en el tejado de una de las casas. Al verla, su corazón empezó a latir de miedo y se llevó una mano al cuello recordando aquel día en el Museo de Ciudad Portual. Era la comandante del equipo Magma-. Por un momento pensé que no te ibas a interponer en nuestros planes... pero me alegra que lo hayas hecho porque... así tengo una razón para acabar contigo...Jujujuju  -dijo Courtney con una amplia sonrisa siniestra-. 

Chasqueó los dedos y su Bisharp se lanzó al ataque por su espalda. Combusken y Marshtomp reaccionaron e intentaron detenerlo pero Bisharp usó golpe bajo en ambos y logró quietárselos de en medio. Saltó y atacó con un tajo descendente. Brendan se cubrió la cara pero antes de que las cuchillas de Bisharp hicieran contacto  fueron bloqueadas por las hojas navaja de Sceptile que había salido de su pokebola en el último momento. Hizo que Bisharp retrocediera con un golpe de su cola hacia la casa donde estaba su entrenadora. Courtney bajó de un salto del tejado. Miró a Brendan con una sonrisa confianzuda. Estaba a punto de quitarle una gran molestia al gran líder.  

Pokemon Esmeralda Delta: La historia de Brendan Birch.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora