Pokemon Esmeralda Delta: La historia de Brendan Birch.

Capítulo 30. Volcanion.

Nuestros héroes no pudieron moverse de la impresión de ver a ese pokemon. Era tan grande como un Mamowswine y tenía tan mala cara como Tyranitar. De sus patas parecía salir una especie de vapor denso que lo cubría todo a su alrededor. Él era el causante de toda esa niebla.

Bufó y de sus nariz salió un chorro de vapor, luego soltó un rugido ensordecedor. Marshtomp y Ampharos se adelantaron y atacaron con rayo y chorro de agua, eso hizo enfurecer al pokemon que respondió separando su aro y atacando con dos potentes hidrobombas que debilitaron a ambos pokémon. Preparó su ataque nuevamente solo que esta vez calentó el agua para generar una potente ráfaga de vapor. Lyra reaccionó y le pidió a Marill atacar una de sus patas traseras. Logró desequilibrarlo y el disparo salió hacia arriba impactando con la pared de roca detrás de ellos. Se cubrieron de los pequeños guijarros que caían y cuando vieron se dieron cuenta que una parte de la montaña había desaparecido por completo con un corte diagonal. No podían creer que con un solo ataque haya hecho tanto daño. El pokemon se recuperó del ataque de Marill y parecía más furioso.

-¡Subaaan! -gritó Ethan-.

Escalaron un poco y aprovecharon el corte que hizo el pokemon para seguir hasta arriba. Podían sentir la tierra temblar por los ataques que lanzaba el pokemon pero no pararon para nada. Tenían la esperanza de que la niebla los ocultara y pudieran perderlo. Cuando se sintieron seguros pararon para tomar un respiro.

-¿Cuál era ese pokemon? -preguntó Lyra jadeando-.

-Ni idea...-respondió Brendan igual jadeando-. Pero sin dudas es el pokemon de las historias. Ya vimos porque es tan peligroso.

-Oigan ¿Escucharon eso? -preguntó Ethan-.

-¿Qué?

-Shhh...

Escucharon un extraño sonido, algo así como una cascada. El ruido estaba acercándose. Con toda esa niebla apenas lograron darse cuenta que eran dos potentes columnas de agua que caían desde arriba. Lograron esquivarlas por poco. Luego el pokemon desconocido cayó del cielo causando un temblor por su peso, había usado sus disparadores como propulsor para llegar hasta los chicos.

-Mierda... ¿qué hacemos ahora? -preguntó el de Villa Raíz-.

Ethan soltó una risa confianzuda.

-¿No es obvio Brendan? Si no podemos escapar... habrá que luchar.

-No podría estar más de acuerdo -dijo Lyra-.

-¡Hay que mostrarle nuestro verdadero poder Lyra!

Ethan sacó su collar en forma de masterball pero Lyra lo detuvo.

-¡No! Solo los usaríamos en una emergencia ¿recuerdas?

-¿Y esta no lo es?

-No...

Brendan no entendía de que hablaban.

-Ush... Tienes razón... podríamos destruir el todo el valle si se sale de control. En ese caso... -sacó una pokebola de su cinturón-. ¡Enciende tu llama Typhlosion!

Lanzó la pokebola y surgió un enorme e imponente Typhlosion. Se erizó y lanzó un rugido intimidatorio encendiendo sus potentes llamas de la espalda. Acto seguido Lyra también mandó a su pokemon

-Vamos Meganium, sal a ayudar.

El gran dinosaurio verde hizo temblar el piso al salir.

-Oye Brendan, déjanos esto a nosotros, tú ve tras el otro pokemon. No te atrevas a volver sin Wally ¿entendiste? -Ethan volteó a verlo con una sonrisa confianzuda-.