»Capítulo 45

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La vida es un dolor continúo donde el cielo e infierno están enfrentados

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La vida es un dolor continúo donde el cielo e infierno están enfrentados.

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¿Qué haces cuando quedas en una carcasa que le llamas piel?

Él, me entregó.

Me llevan arrestada hasta a una habitación pequeña. Siento como sueltan los grilletes de mis manos y observo el lugar: tan solo hay una ventanilla, una mesa pequeña al fondo con una silla, y una cama individual, mi mirada viaja hacia otra habitación más reducida, imagino que es el baño, muevo mis manos y unos de los guardias me está hablando de algunas reglas, a las cuales ni presto atención, voy hacia ese sitio y sonrío de forma sardónica, en este cuarto de baño solo se halla un váter.

¡Maravilloso!

Escucho la puerta ser cerrada, camino unos pasos y me hundo en ese colchón frio, me abrazo a mí misma y las lágrimas se aproximan a mis ojos.

Caigo.

Caer de un precipicio no se compara cuando nos derrumbamos por una acción.

He estado luchando día tras día contra el mundo y todo lo que he alejado de mi mente y emociones, hoy... se caen encima de mí sin piedad, bloques de dolor, sombras del pasado, recuerdos de todos y cada cosa que viví.

Cada uno de los que he perdido en este camino se pasean por los despojos hechos pensamientos:

La sonrisa de Vanny.

Los abrazos de Gian.

Las locuras de Arthur.

Y... tú, Dyclan, cada sonrisa torcida, palabras de aliento, de regaño, sarcasmo, tus abrazos, tu forma de demostrarme que me querías y lo jodido que estabas, sin embargo, pese a todo eso, nunca me abandono a la deriva.

Grito.

Lloro.

Estoy hecha un desastre entre estas paredes, las lágrimas y los gritos de desahogo no son suficiente para saciar ese dolor tan grande que llevo impreso en cada parte de mi ser.

Perdí.

Perdí a la única persona que me sujetaba en plena oscuridad.

«Somos nuestras propias desgracias y salidas Jhandra, aférrate a mí y seamos nuestro propio refugio».

Perdí la fe en esa persona que una vez pensé que nunca me haría daño.

«— Te aseguro que tendrá su merecido, esta vez solo confiaremos en nosotros dos. —Uno de sus dedos levanta mi rostro—. Juntos, somos a pruebas de balas, mi Jazba».

(BORRADOR) Jazba Roja ©  ✔️Próximamente en Físico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora