«Qué lástima que el sufrimiento venga de un cielo que de un maldito infierno».
»«
El mundo de Jhandra Bell colapsa el día de su graduación.
El amor no será capaz de hacerle cambiar su decisión.
En pleno descenso a la oscuridad encontrará un aliad...
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Un hilo suelto tiene el poder de destruir cualquier cosa. »«
—¿Qué quieres decir con qué Jhandra regresó? —pregunta James.
Han pasado dos meses desde que escuche la voz de Jhandra y la de ese tipo, Dyclan, pronunciar su nombre. Desde ese día no he podido sacar de mi cabeza esa escena.
Es dolorosa.
—No lo pienso repetir, te conté lo que escuché, no puedo darte más información que no tengo —respondo seco.
—Qué humor de perros te gastas últimamente, me voy espero que se te pase lo amargado —dice con tono de enfado, se levanta y me saca la lengua.
Muy maduro. ─Nótese el sarcasmo.
Niego con la cabeza y resoplo.
Estos últimos días he estado recabando información sobre el desfalco de mi padre al gabinete. Toda información que llega saco copia y la guardo en la oficina de mi casa. Me he dado cuenta que aquí hay muchos movimientos que no me cuadran y las paredes tienen oídos.
Escucho tocar la puerta.
—¡Pasen! —exclamo.
—Buen día, Capitán. —Me levanto de un salto al ver al Gobernador en mi oficina.
—Hola, Señor Conrad, ¿qué le trae por aquí?
Es raro verlo fuera de sus oficinas, mi padre y él se han alejado por los últimos acontecimientos y eso que han sido amigos de años.
—Hoy tenía una celebración en el centro con varios municipios, ya sabes, gestión de proyectos para el beneficio de la ciudad. Pasaba a saludar, se ve que te está yendo muy bien, eres un orgullo, felicidades, Aryek —Asiento extrañado por su aparición—. Quiero hablar contigo de un asunto.
—Muchas gracias, claro, pase, ¿en qué lo puedo ayudar? Tome asiento, por favor. —Ofrezco y él lo hace, rodeo la mesa y hago lo mismo.
—Sabes que el caso del gabinete es un escándalo a nivel político, con eso hemos perdido la confianza de muchos del partido y más en los ciudadanos, sé que ya hay una investigación interna, pero me gustaría una inspección por parte de mi mano derecha, el señor Gabriel, su puesto como director de la oficina federal hará que este asunto se aclare pronto.
Proceso lo que me dice, este escándalo del desfalco ha hecho que la ciudad tenga el ojo puesto en los políticos y sedes gubernamentales.
La corrupción siempre será un cáncer de la sociedad y los ciudadanos lo saben, pero al ver destapada la olla se confirman en sus motivos para seguir o no confiando en estos.
—Me parece bien, pero no lo entiendo, ¿dónde entra la comisaría en ello? Nosotros no tenemos nada que ver con el gabinete, nuestras investigaciones son más para la ciudad que para el gobierno.
