«Familia: Lugar donde los sueños se hacen realidad».
Impotencia.
Los nervios me están haciendo actuar de manera irracional, mis ojos están clavados en esa puerta, hago mis manos un puño por la rabia y la incapacidad que siento de no poder hacer nada.
¿Si solo hubiese llegado temprano?
¿Por qué tuve que quedarme haciendo ese trato?
Por tu familia —dice la jodida conciencia.
Resoplo halando mis cabellos con frustración y miedo, mi mente juega conmigo haciendo que los recuerdos de aquel día lleguen a mí.
«—Dyclan —Escucho su voz amortiguada, me levanto a medias y me alarmo cuando la veo, esta pálida y sudorosa, mechones de su cabello están pegados a su rostro, tiene sus ojos verdes llenos de lágrimas.
Palidezco.
Salto de la cama y quito la sábana blanca que ahora está manchada de sangre —mucha sangre—, al instante la cargo entre mis brazos, dejo de respirar y mi corazón sufre un vuelco cuando la veo desmayarse y su peso cae en mí.
Con el jodido miedo calado en mis entrañas salgo de la casa y la subo al coche, me subo y al segundo arranco, manejo con prisa, en el camino hacia al hospital llamo al doctor que le ha llevado las consultas.
Llego en menos de diez minutos y ella sigue inconsciente, estoy sudando y con el corazón en la garganta. Sin pensarlo estaciono como puedo, bajo y abro su puerta y la cargo, sigue inconsciente, unas manos la sostienen y alzo mi mirada, unos paramédicos la aferran y la recuestan en una camilla, alejándola de mí.
El tiempo pasa y estoy al borde de un puto colapso.
Ella estará bien —repito una y otra vez en mi mente.
A la hora veo al médico acercarse a mí, me hace un gesto y lo sigo, entró y la veo despierta con un mejor semblante al segundo estoy cerca de ella.
—Mi amor —susurro colocándome a su altura, ella sonríe, pero le sale una mueca cansada—, ¿Cómo te sientes? —Tengo un jodido nudo en mi estómago, realmente estoy acojonado, si les llega a pasar algo no sé qué sería de mi vida.
Ellos son toda mi jodida existencia.
—La señora Colatelle debe de guardar reposo absoluto a partir de hoy. Cualquier movimiento brusco o situación estresante la podrá colocar en un nivel de mayor peligro, esto fue una amenaza de aborto si hay una próxima, es muy probable que el feto no sobreviva. —Mi cuerpo se estremece, solo de pensar que mi pequeñín pueda dejar de existir hace que me quede sin respiración.
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(BORRADOR) Jazba Roja © ✔️Próximamente en Físico.
Aksi«Qué lástima que el sufrimiento venga de un cielo que de un maldito infierno». »« El mundo de Jhandra Bell colapsa el día de su graduación. El amor no será capaz de hacerle cambiar su decisión. En pleno descenso a la oscuridad encontrará un aliad...