Con mi cabeza hundida entre las piernas de Beatriz, perdí el total sentido de la realidad del tiempo y del espacio, y sólo aterricé de nuevo al presente que me rodeaba cuando oí su grito de placer, fruto de la intensidad de mi "quehacer".
A los pocos segundos de su gemido, noté cómo sus manos acudían a mi cara, notando cómo Beatriz estiraba de mí hacia ella para que yo ascendiera hasta la altura de sus ojos. Centrando mis ojos con los suyos pude ver cómo ella me miraba con devoción, con locura, gratitud. Pude ver sus ojos encendidos de pasión. Pude ver que me deseaba. Pude certificar lo que había escuchado unos minutos antes: que me quería.
—¿De verdad que jamás has estado con una mujer? —Me preguntó incrédula, despertando así una risa nerviosa en mí.
—Te lo prometo, Beatriz. Jamás he estado con una chica. Eres la primera.— Le contesté con sinceridad.
—Y espero que la última. —Respondió con picardía.
—Beatriz, ¿te ha gustado? —Se lo pregunto porque necesito saberlo, necesito oírlo de su boca.
Es la primera vez en mi vida que he hecho algo como esto, algo tan íntimo con una chica.
—Mucho, cielo. Muchísimo.
Acostada a lo largo de ella, dejé reposar mi cabeza sobre su pecho. Quería volver a sentir el latir de su corazón, me estaba acostumbrando a ese sonido. Así estuvimos durante largos minutos; abrazadas, tranquilas, sintiéndonos la una a la otra. Creo que casi me dormí de lo tan relajada que me sentía.
—Marcela. —Me nombró al rato.
—¿Ajá? — Respondí casi sin fuerzas.
—Me dijo Armando que Jorge y Aura María los ha invitado finalmente a su boda, ¿cierto? — Cuestiona, mientras me acariciaba mi cabello con extrema dulzura.
—Cierto, sí. Es en dos semanas, ¿no? —Le pregunté sin separar en ningún momento mi oído de su pecho.
—Sí, el catorce que viene. A que no sabes adónde van a ir de viaje de novios. —Dijo divertida.
—Ni idea, Beatriz.
—Pues primero van a Sudamérica; a Chile si no recuerdo mal. ¡Y de regreso se irán tres días enteros a Disney World! ¡En Orlando! ¿No te parece increíble? —Me preguntó toda fascinada.
Yo enseguida levanté mi cabeza para mirarla, pues me sorprendió muchísimo tanto énfasis.
—¿No has estado nunca en Disney World?
Quise indagar porque me parecía extraño. ¿Qué niño en USA no ha ido a Disney World?
—¡Sí, claro! Claro que he estado, pero de más joven, Marcela, con mis padres. Creo que ahora lo disfrutaría de otra manera si volviera a ir, pero Armando no encuentra nunca el momento.
Supongo que intuyen la gran idea de Marcela Valencia, ¿verdad? Si Armatonto era imbécil no era mi problema, pero yo sabía que tenía los medios y recursos para hacerlo y para mí era la gran oportunidad de hacerla feliz, era mi ocasión para volver a estar con ella a solas. Yo quería verla sonreír eternamente. Quería hacerla feliz, siempre quise hacerlo... otra cosa es lo que había conseguido.
—Yo te llevaré, Beatriz —sentencié enseguida— . ¡Yo te llevaré a Disney World cuando quieras! O te llevaré donde tú quieras. ¡Mañana, mañana mismo si quieres! —Le dije entusiasmada.
—¿Qué? ¿Estás loca? ¿Cómo? —Me avasalló a preguntas, pero ya pude ver como los ojos le brillaban lo mismo que dos faros.
—¡Ven, sígueme! —Le dije, y de un salto me puse de pie y alargué mi mano para dirigirnos ambas al despacho de Paula y Alessandra, no sin antes colocarnos de nuevo las camisetas y la ropa interior que encontramos esparcidos por el suelo.
ESTÁS LEYENDO
En Mi Siguiente Vida (Marcetty)
Fanfiction❝-¿Por qué pones esa cara? ¿No me crees? ¿No crees que hay un amor para cada persona? ¿Tu alma gemela? ¿Tu media naranja? Esas cosas, ya sabes...❞ La vida es impredecible. Los acontecimientos son a veces desconcertantes, pone las pruebas más duras p...