El pitido de un aparato logra interrumpir mi sueño, siento mi cuerpo adormecido y con la necesidad de cambiar de posición.
—Estas despertando. ¿Te agrada poder controlar tu cuerpo nuevamente? —Abro los ojos para enfocar a la persona de la voz masculina, no solo Evadne lo había estudiado, si no que yo pude observar todo y mucho más de lo que ella.
Solo quería dominar a Darrik y tener poder solo para mandar a todos, pensaba en acostarse con cualquiera de ellos, no lo pensó del todo, pero su cuerpo sentía la tensión y atracción de ellos dos.
Ella usó mi cuerpo para acostarse con él cuando yo sufría por alguien a quien ahora no recuerdo, no recuerdo nada de lo que pasó, solo recuerdo que Evadne le gritó y se desmayó.
Esos recuerdos son casi borrosos, pero mi mente no ha dejado de recordarme ciertas palabras.
Acaba conmigo...
Solo recuerdo unos ojos verdes siguiéndome desde que quede atrapada, observo a Darrik con desprecio.
—No tienes idea de lo que fue para mí no poder impedir que Evadne usara mi cuerpo a su antojo. —Gruño. —No fuiste tú quien tuvo que ver cómo Evadne estaba cogiendo con un tipo en el baño y no pude impedir que usara mi cuerpo con él.
Mentí, no sé si le dolía, pero iba a intentar lastimarlo con todo.
Observo que estoy sentada con mis piernas juntas y flexionadas a un lado, mis manos están esposadas a una máquina enorme que no deja de pitar, también estoy vestida con algo más cómodo.
Tengo que buscar a Dage, pero necesito la confianza de Darrik.
—¿Quieres salir de este lugar tan impropio de ti? Necesito una prueba de lealtad y te haré mi mano derecha, considero que has pasado por mucho y tienes clara la idea de que soy lo más importante para ti.
—¿Que quieres que haga? Estoy adormecida y..
—Solo tienes que acabar con la vieja Sage. —Se pone de cuclillas frente a mi y toma mi mentón para que lo vea. —Ella es el símbolo de tu pasado, el dolor y sufrimiento, tienes que matarla.
—¿A la que hiciste pasar por mi frente a Evadne? ¿Por qué habría de hacerlo? Yo solo disparo en defensa propia, no a inocentes.
—Sigues siendo débil, no tienes suficiente odio en tu corazón, aún no.
Me obligo a recordar mis momentos donde solo podía drogarme, las lágrimas salen de mi solo para intentar convencerlo.
—Tienes que confiar en mí, te debo la vida, llegué contigo como una maldita drogadicta, tú me sacaste de eso y en todo ese tiempo me enamoré de ti. —Miento deliberadamente.
—Sé que me amas, pero tienes que hacerlo, sabe suficiente y es el puente a tu pasado, al hacerlo todo quedará atrás. —Su pulgar acaricia mi mejilla.
Seca mis lágrimas con sus pulgares y prosigue a quitarme las esposas, una vez liberada masajeo mis muñecas adoloridas, si con las lágrimas no pude tengo que recurrir a la seducción, aunque no creo que sea el momento.
Me ayuda a levantar, una vez lo hago veo en sus ojos mi reflejo, el terrible cabello color verde.
—Quiero cambiar esto. —Tomo un mechón de mi cabello y le enseño. —No me gusta, quiero el color de antes.
—Te queda bien, pero prefiero el cabello cobrizo en ti. —Murmura. —Hay un químico que retira ese color, ya que si no lo recuerdas fue producto de un accidente, pero Evadne no quería cambiarlo.
—Pues yo sí, así que cámbialo. —Dejo ir un suspiro. —No quiero que cambies mi apariencia, yo soy Sage Thyssen no Evadne Maksiem.
—Y es por eso que no me divertí mucho con ella, aún recuerdo a la niña que fue obligada a ocultar el maravilloso color de sus ojos.
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DARRIK. [AKDR #3]. ©
Mystery / ThrillerTodo lo que el dragón hace con las manos se vuelve perfecto. COPYRIGHT © 2021 Evadne Reed. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio o procedimiento, tampoco se acepta copiar palabras o frases de...