49. | Extra. #2 |

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ESTE CAPITULO TIENE UNA PARTE QUE CONECTA CON EL CAPITULO 34.

KYLER DUST.

Las últimas palabras de Danielle me dejaron pensando durante estos dos días que estoy esperando a que se corte el plazo de Danielle.

A todos les dan un plazo de 3 días desde que llega la notificación, espero al siguiente sicario que se crea lo suficientemente bueno como para querer matarme.

Que estupidez, nadie puede matarme, ahora me importa seguir vivo para encontrarla, Danielle le comentó mi situación a su padre, un líder mafioso que nunca se asoma a la luz, mantiene su imperio por lo bajo para no ser encontrado, ahora tengo dos de sus guardias en la puerta de mi habitación, esperando a que me recupere y cuidando de que un sicario no entre.

Aunque aquí lo estoy esperando.

Por suerte, el padre de Danielle no está involucrado en la OMC, así como ella, sus delitos fueron involucrarse con nosotros, con Darwin y todo se fue a la mierda.

—Permiso. —Escucho una voz femenina en la puerta, frunzo el ceño y sigo fingiendo estar en coma.

—¿Identificación? —Solicita uno de los guardias. —Sin identificación no puede acceder.

—Evanora Gaete. —Habla firme. —Soy enfermera, ¿No ve? Vengo a inyectar el medicamento al paciente.

—Revísala. —Le ordena a otro de los guardias, no he escuchado que ella sea la enfermera que siempre viene.

—Ey, cuidado con esas manos, soy enfermera no puta. —Gruñe, la dejan pasar.

Escucho sus zapatos en la habitación, el seguro en la puerta es mala señal.

—Estoy frente al objetivo. —Murmura por una radio.

La radio suena y una voz distorsionada aparece.

—Mátalo.

Mierda, una estúpida haciéndose pasar por enfermera, cuando salga voy a quemar vivos a esos guardias.

Mantengo la pistola cerca a mi abdomen debajo de las sábanas, abro un poco los ojos para verla de espaldas a mi, al parecer tiene una inyección con líquido extraño.

¿Piensa matarme con suero? Debe ser algún veneno, cierro nuevamente los ojos cuando se gira de repente.

Que se deshaga de el líquido.

Se concentra en poder inyectar, no tiene nada de enfermera ni el conocimiento de cómo inyectar el líquido, termina por meter la aguja en la bolsa colgante con el líquido transparente.

Se gira para verme una vez que retira todo el líquido, siento el líquido recorrer por mi mano una vez que quito mi dedo índice del hueco, sin llegar a entrar a mi cuerpo vuelvo a cubrir para no liberar el líquido, abro los ojos lentamente y levanto mi brazo junto al mini tubo, retiro mi dedo y el líquido sale disparado como agua.

—¿Te cuento un secreto antes de morir?

Ella abre los ojos demasiado, parecía que estaba por informar por el radio pero mi acción la detuvo.

En un movimiento rápido ella lleva su mano derecha a su cabello siendo sostenido por algo filoso que podría matarme si tiene fuerza suficiente casi se abalanza sobre mi mientras retira lo filudo, pero eso no puede contra una pistola.

Al mismo tiempo saco la pistola de mi lado y le apunto directamente a la cabeza, nunca tan cerca que podría con alguna acción arrebatarla, se queda rígida con el tapabocas  abierto revelando su identidad.

DARRIK. [AKDR #3]. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora