DARRIK. [AKDR #3]. ©

7

SAGE THYSSEN.

—No voy a odiarte por decirme que eres un criminal.

—No es todo, Evadne. —Su rostro palideció un poco. —Cometí un error, rompí una regla y tengo que solucionarla.

—Dime, quizás pueda ayudarte. —Todo con tal de salir.

—Digamos, que soy parte de un grupo donde si alguno daña a otro miembro debe morir, cuando antes de traerte, dos de ellos te querían secuestrar y tuve que dispararle a uno, posiblemente esté muerto y los otros seguro querrán matarme.

—Podemos matarlos juntos, en este caso son ellos o tú. ¿No?

—Si, pero no puedes hacerlo. Tu padre no lo va a permitir.

—Oh vamos, Darrik. ¿Tiene que enterarse? Es tiempo de tomar mis propias decisiones. —Llevo mi mano a la suya y dejo suaves caricias hasta su brazo. —Estoy segura que mi padre no quiere que me involucre contigo, aún así me besaste hace unos meses y hace días.

—Naciste para romper las reglas, al igual que yo. —Sonríe, su rostro refleja una sonrisa, luego su mano termina en el inicio de mi mandíbula y me acerca a su rostro.

No llegamos a tener contacto por que alguien interrumpe, vemos a Brandon caminar hacia nosotros.

—Esa puta manía de meterte donde no debes, joder. —Darrik se levanta para encararlo. —No puedes entrar a este lugar sin avisarme.

—¿Tienes problema con que entre así, Evadne?

—La verdad... No, podemos ser buenos amigos. —Observo su rostro, Darrik se tensa y gruñe mientras se retira, Brandon lo ve irse y se sienta a mi lado.

—¿Eres su mujer?

—Huh? No, solo sexo casual. —Me encojo de hombros, su rostro refleja la sorpresa, con sus cejas casi por los cielos.

—Ya veo. ¿Por qué el cabello verde?

—Larga historia.

Me levanto y camino al que parece un clóset escondido, Darrik solía usarlo para meter ahí algunos líquidos extraños envasados, pero se lo pedí y me lo cedió.

Procedo a desabrochar mi short y dejarlo caer, sigo con el top negro apretado, estuve entrenando toda la mañana y es tiempo de que tome un baño, giro en dirección a Brandon quien parece más que sorprendido, levanto las cejas confundida por su expresión.

—¿Nunca has visto una mujer con poca ropa? —Evito burlarme de él, no me importa que vean mi cuerpo o lo deseen, al contrario. —¿A que te dedicas, Brandon?

Una sonrisa ladeada se posa en su rostro, saco un cambio de ropa del clóset y la dejo sobre la pequeña mesa a lado del sofá.

—¿Enfermero, gatillero, policía? —Comento con broma observándolo.

—Abogado. —Observa con tranquilidad mi estado, frunzo el ceño ligeramente.

—¿En serio? No te creo, te ves joven.

—Ventajas de la organización. —Se acomoda en el asiento. —Debería irme.

—Si tienes miedo de Darrik... Adelante. —Se encuentra en medio camino a retirarse, pero se detiene en seco, se gira lentamente para luego acercarse a mi, en estos momentos odio que sea más alto que yo.