Silencioso Amor [Jinsoo]✔

23: Cita lluviosa.

Sábado.

Si. 

Jisoo le había dicho que si.

Eso quería decir que ambos tendrían una cita.

Por un momento creyó que sería rechazado ya que no era la primera vez que lo rechazaban.

Y mucho no le afectava antes eso, pero cuando la idea de que Jisoo pudiese responderle con un "no" pasó por su mente, sintió una opresión en su pecho.

Pero cuando ella sacó su cuaderno una vez le preguntó eso y al ver como la palabra "si" estaba escrita allí con un corazoncito al lado, todo su cuerpo se relajó desde pies hasta cabeza.

Había sonreído en grande para después dejar un beso en la regordeta y sonrojada mejilla de Jisoo.

Actualmente su estómago era un revoltijo de emociones. Estaba mirándose en el espejo que tenía su habitación, peinando un poco más su cabello oscuro con sus manos.

No era muy bueno a la hora de organizar una cita. Apenas y podía pedirle a alguien una.

—A veces eres un fracaso Jin—Dijo con la vista puesta en el espejo.

—¿Otra vez hablando solo?—Su hermana apareció, apoyando su cuerpo en el respaldo de la silla.

Jin bufó.

—Lisa ya está abajo. Ella te llevará a la casa de Jisoo—Tzuyu le sonrió a su hermano—¿Estás bien?

—¿Y si arruino todo?—Preguntó entre murmullos, tragando muy lentamente saliva.

—No lo harás Jin. No te preocupes—La mayor se acercó un poco al menor—Eres un gran chico y estoy muy segura de que ambos la pasarán genial juntos. Así que ya deja de preocuparte y ponerte nervioso.

SeokJin sonrió un poco cuando logró relajar su semblante.

—Gracias Tzuyu—La mencionada sonrió.

—Bien, mucho amor de hermanos por hoy—La castaña se alejó de su único hermano, escuchando la risa de éste—Vamos abajo. Lisa seguramente ya debe de estar cansada de esperar.

Jin asintió sonriente y ambos hermanos Kim salieron de la habitación.

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—Dame una bolsa—SeokJin le pidió a la rubia.

—¿Qué? ¿Por qué?—LaLisa preguntó confusa, sin apartar la vista del camino.

—Quiero vomitar.

—Oh, vamos Jin. Deja de exagerar—Manoban rodó los ojos, sonriendo levemente—Ya falta poco para que lleguemos a la casa de Jisoo—Avisó.

El menor tragó saliva, viendo por la ventanilla del auto las bonitas casas que pasaban.

Y no supo en qué momento el auto de Lisa había frenado, tampoco cuando salió de éste.

¡Y mucho menos supo en qué momento ya estaba en frente de la puerta de la casa de Jisoo!

¿Acaso todo eso pasó después de que pestañeó una sola vez?

—¿Quieres que toque yo?—Preguntó la mayor. Jin asintió sin chistar.

LaLisa soltó una burlesca risa y tocó tres veces la puerta de entrada, viendo como segundos después era abierta por una niña.

—¡Lisa!—Lía sonrió con alegría, rodeando el cuello de la rubia en un fuerte abrazo.

—Hola cielo—Manoban soltó una risita y acarició la oscura cabellera de la pequeña.