Capítulo 9 I Alguien que podría llegar comprenderme I

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POV LUZ:

Me quedé parada un rato mientras pensaba en todo lo que me había dicho, me sentía mal, a pesar de lo que ella me dijera sentía que le había fallado a una gran amiga, y eso dolía mucho. Nunca había tenido muchos amigos, en estos momentos deseaba que me hubieran enseñado más sobre la amistad, y qué hacer cuando uno de los dos le falla al otro.


Ahora me encontraba en una heladería, creo que en estos momentos comer algo siempre me ayudaba a sentirme mejor, pero mi mente solo estaba pensando en Angélica, no sabía que podía hacer para solucionar las cosas.

-Momentos difíciles? - Pregunto una voz que no conocía.

-Quién eres? -Pregunte con bastante curiosidad.

Por alguna razón me sentía como en esas raras películas, cuando alguien extraño se acerca a conversar contigo y termina siendo tu mejor amigo. Pero debía entender que no estaba en una película, no conocía a este chico ni las intenciones que podía llegar a tener. 

-Perdón, no me he presentado adecuadamente, me llamo Alexander Feisht, ¿puedo hacerte compañía?, estaba esperando a mi amigo, pero creo que ya no vendrá- Comento mientras se llevaba una mano al cuello de manera nerviosa. 

-Claro- Acepte, mientras lo observaba fijamente y con curiosidad mientras tomaba asiento. 

-Estas esperando a alguien o solo necesitabas estar sola para penar?- Pregunto inclinándose un poco en la silla.

-La segunda, pero creo que no elegí un buen lugar para hacerlo, creo que casi nadie viene a una heladería a pensar y reflexionar, sería mejor haber ido a un lugar silencioso, pero lo bueno es que la comida siempre me pone de buen humor.

-Hmm, en mi opinión el helado y el chocolate son lo mejor cuando estas triste pero, ¿para pensar y reflexionar?, no, por cierto, ¿Cómo te llamas?

-Me llamo Luz, y debo admitir que tienes toda la razón, es solo que no me gusta y no estoy acostumbrada a sentirme triste.

-Me quieres contar que ha pasado?- Pregunto, dándome una sonrisa cariñosa y comprensiva. 

-Prometí salir al cine con una amiga y su hermano, pero luego conocí a alguien y me dijo para salir, y se olvidó por completo los planes que tenía con mi amiga- Explique, mientras jugaba con mis dedos en la mesa. 

-Eso no es tan malo, la mente es frágil, nos podemos olvidar de muchas cosas, yo siempre me olvido de los cumpleaños de mis amigos y familiares, pero para ellos es normal ya que saben que soy bastante olvidadizo, en estos momentos seguro sientes que le has fallado, pero no es así, ¿te disculpaste o le dijiste algo?

-Sí, me dijo para hablar, claramente acepte ya que pensé que me contaría algo de su vida, pero fue para preguntarme porque no fui, y le respondí, pero no puedo dejar de sentirme mal por haberme olvidado.

-Eres una persona olvidadiza?

-Sí, una vez olvidé cambiarme la ropa y me fui en pijama a la universidad, me pase seguido, muchas veces mis amigos deben recordarme las cosas importantes o debo anotarlas, ya que en el transcurso del tiempo me olvido.

-Ahí lo tienes, sé que te sientes mal, pero al menos te disculpaste y estoy seguro de que ella sabe que eres muy olvidadiza, así que deja de sentirme mal, además, una disculpa es mejor que nada, hay muchas personas que ni siquiera se disculpan, no te conozco, pero me estoy dando cuenta que eres increíble y vales mucho.

-Muchas gracias, Alexander.

-No me agradezcas por nada, me agrada ayudar a los demás.

Alexander resulto ser un chico bastante interesante y gracioso, poseía un carisma, positivismo y una curiosidad increíble. Me conto que estaba estudiando derecho ya que toda su familia estudio esa carrera y siempre le había llamado la atención. También estuvo hablando de su amor por los animales y que tenía pensado construir un refugio animal donde los cuidaran y fueran tratados de la mejor manera, se notaba que detestaba el abuso y maltrato hacia animales, además de las injusticias que había en este mundo, era admirable. 

DEBEMOS LUCHAR POR LO QUE SENTIMOS (LUMITY AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora