Capítulo 16

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Narrador.-

Apenas habían caminado un poco lejos, atrapados en su pequeño mundo cursi, cuando la mirada de Geno se fijo en algo y paro inmediatamente, Reaper sintió como apretaba su mano con fuerza. - ¿Pasa algo?

Geno no era capaz de hablar, no podía hacerlo, sólo fue capaz de correr en otra dirección, sin soltar la mano de Reaper en ningún momento. Parecía que Geno escapaba de algo, aunque Reaper no pudo ver o entender de qué, pero Geno en serio no quería que lo que sea que fuere eso lo encontrará, porque entro en la casa de los espejos. Error le dijo lo mucho que Geno detesta ese lugar, al punto de evitar 2 metros a la redonda sus alrededores, no se acerca ni por accidente, eso lo hizo preocupar.

No se dio cuenta en que momento Geno soltó su mano y corrió dentro del laberitico lugar solo, hasta que se detuvo a respirar y al levantar la mirada no lo vio en ningún lado. Reaper termino de recuperar el aliento y suspiró, miró a su al rededor y en ninguno de los reflejos vio una pista. - ¡Genooo!

Comenzó a llamarlo mientras caminaba. Estaba atento a los reflejos, por si acaso en alguno veía la bufanda roja que el albino siempre lleva o algo, pero no veía nada más que así mismo, entre tantos reflejos se dio cuenta de las ojeras en su cara. - Oh dios, me veo como la muerte... Si la muerte fuera así de apuesto, claro.

En el fondo, Reaper no entendía porque la gente le tiene miedo a este lugar, sólo eres tú por todas partes, hay personas a las que no les gusta su apariencia pero, ¿llegaba eso tan lejos?, siguió caminando, viendo su reflejo por todas partes sin prestar mucha atención. Pensaba en lo gracioso que seria que derrepente viera algo en uno de los espejos, porque eso suele suceder en relatos de terror, pero seguía sin ver nada, al menos hasta que al pasar de un espejo a otro vio una sombra detrás suyo, se giró y no había nada. - ¿Geno, eres tú?

Silencio, el de bufanda al menos habría respondido. Sacudió la cabeza y siguió caminando mientras llamaba al contrario, hasta que escucho una risa que se repitió un poco en el eco. - Eh... ¿Hay alguien ahí?

De nuevo, sólo hubo silencio, y se disponía a seguir caminando cuando chocó con algo, al mirar hacia abajo vio a un niño. - ¡Oh, no se suponía que me vieras!

Reaper suspiro. - ¿Eras tú quien hacia eso? - La pequeña asintió, era una niña rubia, que usaba un largo vestido verde. - Es que me aburro un poco aquí y quería jugar, este lugar lo conozco como la palma de mi mano.

-Ya veo... Espera, ¿lo dices enserio? - La niña asintió. - ¿Viste a alguien por aquí antes de mi?

La pequeña asintió de nuevo. - Un chico con una larga bufanda roja, corrió hacia el otro lado.

-¿Crees que podrías llevarme hasta él?, lo estaba buscando.

-¡Claro!, tampoco tengo nada que hacer. - Dijo la niña mientras comenzaba a caminar y Reaper la seguía, pronto ella señalo un pasillo. - Está por ahí.

-Vale, gracias. - Agradeció girándose a verla, pero ella ya no estaba allí. El de capucha miro hacia todos lados y no vio rastro de la niña, se alzó de hombros y se giro a donde ella había señalado. - Debería dormir más... - Dijo antes de darse cuenta que podía ver el tembloroso color rojo de la bufanda de Geno, no pensó antes de correr a esa dirección. - ¡Geno!

El albino temblaba, abrazado a sus piernas en una esquina del lugar, escondiendo su rostro. - ¿Geno?

Reaper se acercó y colocó su mano en su hombro, el de bufanda finalmente levanto la mirada, llorosa. -¿E-eh?

Reaper lo miró fijamente, preocupado. Geno se abrazó rápidamente a él y sintió su cara arder rápidamente. - ¿Estás b-bien?

Geno no respondió, el de capucha suspiró y correspondió el abrazo. - Está bien... Deberíamos salir de aquí...

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