Capítulo 44

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Narrador.-

-¿Seguros que no vendrá? - Volvió a preguntar realmente desanimado el albino, sus compañeros negaron.- Blue fue a verlo antes, realmente está mal.

A Geno le costaba creerles, por el simple hecho de que Dust era un flojo sin remedio, sin embargo, podía confiar en lo suficiente en Blueberry, por lo que el hecho de que se quedaran cortos de uno en personal solo se añadía a sus dolores de cabeza.- Vale, ¿alguien más aquí sabe manejar una mesa de blackjack?

Todos se quedaron en silencio, por lo que maldecía en silencio el hecho de que antes hubieran estado todos de acuerdo en ambientar el café en una época en que el juego fue tan popular. Suspiró.- ¿Por qué tan decaído, triste de no verme por cinco minutos?

-¡R-Reaper, no me asustes así! - Exclamó sorprendido ante la voz del azabache justo detrás suyo, quien tan solo soltó una risa ante la reacción.- Perdón, perdón, como sea, ¿qué pasa?

-Dust está enfermo, así que no hay nadie que se encargue de la mesa de blackjack. - Le explicó, sin girarse a verlo porque intentaba suprimir el estúpido latido agitado de su corazón, ¿qué no podía entender que esto no es amor? - Hmm... ¿y qué me dirías si te dijera que sé quien puede hacerlo?

-Es imposible, ya le pregunte al resto y... - Entonces Geno recordó lo que le había contado hacía unos días, claro, el de capucha trabajo en un casino, pero él ya tenía demasiadas tareas encargadas como para asignarle otra.- Vamos, sabes que trabaje en un casino, yo me encargo.

El albino finalmente se giró a verlo entonces, con una mirada conflictuada, sin embargo, y pese a que era claro que el otro estaba bastante cansado, le ofreció una sonrisa tranquila, una que... lo hizo querer confiar en él, por lo que volvió a suspirar.- Anda, ve a cambiarte.

-¡A la orden! - Afirmó, mientras hacía una pequeña seña, pero antes de que se fuera Geno lo detuvo un momento.- Espera... esto... t-te estaré esperando en la entrada a la hora del descanso, ¡eso era todo...!

Al de capucha le tomó un momento procesar lo que dijo, pero inmediatamente su rostro se ilumino al notar a que se refería, la verdad, no esperaba que recordara la cita que le prometió, y mucho menos que él se la fuera a recordar, así que no podía dejar de sonreír ahora.- ¡Vale! 

El albino intentó seguir con toda la lista de tareas que le quedaba por revisar, y corría de un lado a otro del salón intentando asegurase de que todo saliera bien, por lo que en cuanto fue finalmente momento del descanso, si no fuera por su alarma quizá no lo habría notado, aun así, a esa hora se dio cuenta que todo parecía ir bien, por lo que incluso si se llevaba a su segundo al mando, el azabache, todo debía salir bien, así que ahora estaba en la puerta, esperando a que ese idiota llegara, aun no entendía como es que quiso tener todavía más trabajo, ¿por qué era tan... amable?- ¡Geno!

Se giró, solo para encontrarse con Reaper, quien le sonreía abiertamente bajo esas ojeras que cubrían buena parte de su rostro, y cualquiera diría que se veía terrible, porque a eso se sumaba su cabello despeinado, pese a eso, para el albino esa imagen tenía algo que le hacía saltar el corazón.- L-llegas tarde...

-Lo siento, lo siento, era difícil quitarme el traje. - Explicó rascándose la cabeza, algo apenado, y el de bufanda tan solo lo miró de reojo antes de dar media vuelta. -C-como sea, vayámonos... 

-¿Alguien está impaciente?, no sabía que tenías tantas ganas de pasar tiempo conmigo. - Afirmó mientras comenzaba a caminar a su lado, le guiñó el ojo, pero Geno desvío la mirada.- ¿P-por qué lo estaría?, sólo... sólo me gusta hacer las cosas en tiempo.

-¿Entonces haces tiempo para mi?, qué dulce.

-¡No t-tiene nada que ver! - Exclamó mientras cruzaba los brazos, y ante la reacción no pudo evitar reír, porque después de todo, él lo amaba, con todo y ese comportamiento arisco y poco honesto, quizá para otros sería mejor una actitud más honesta y dulce, pero para él, el tosco carácter del albino era una prueba de su fuerza, era una prueba de todo lo que había pasado y superado, y era una prueba de que el hecho de que hubiera admitido estar orgulloso de él no era poco.- Bueno, ya que me das tu precioso tiempo, ¿a dónde te gustaría ir primero?

Geno seguía sin mirarlo, lo cierto es que no tenía nada en mente, de hecho, casi sentía que... estar juntos era suficiente, era quizá demasiado para él de hecho.- Mientras no sea una casa de los espejos...

-Oh, cierto, entonces, ¿qué tal ese juego de adivinanzas? - Preguntó, señalando el puesto de otra clase, "Adivinanzas en par-tés"- Uh... claro, suena bien.

-¡Bienvenidos!,  ¿vienen los dos? - Preguntó una amable voz al verlos entrar, pertenecía a un chico castaño de ojos avellana, ambos asintieron.- Por aquí por favor, ¡servimos té y si responden bien las preguntas será gratis!

-Suena bien, ¿no crees? - Preguntó Reaper a su acompañante, quien asintió mientras eran dirigidos a una mesa, donde una figura encapuchada los esperaba, probablemente quien haría las preguntas, antes de que esa figura les hablara, hicieron su pedido.- Té negro, por favor.

-Yo pediré uno verde. - Al azabache le gustaban un poco más las cosas amargas en realidad, por lo que el sabor fuerte de esa bebida le venía bastante bien. Cuando los pedidos llegaron, obtuvieron su primera pregunta.- Ustedes que venís a buscar la facilidad por las respuestas a la sabiduría, responded mis acertijos y seréis libres de iros... sin pagar.

Ambos se miraron de reojo por un momento, en silencio, y sin poder aguantar mucho más intentaron cubrirse la boca para no reír por el tono misterioso que intentaba tener la voz, y quien sea que estuviera detrás de esa capa, claramente no pudo evitar suspirar, porque probablemente no era la primera vez que recibía esa reacción.

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¡La cita de Geno y Reaper comienza! :D, ¿qué les parece? 

Como sea, el siguiente capítulo, ¡¿nos traerá respuestas :0?!  (lo dudó honestamente)

Quien sabe (yo, yo lo sé), pero por ahora, ¿qué tal todo? 

Por cierto sí, ¡use la frase!, la frase que representa a todos los tsunderes(?), como sea, puede que se la última vez que la use-

Bye, adieu!

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