Jimin mira con vista aguda la pila de papeles que su compañero dejó sobre su escritorio, y bufa cansado. Comienza a arrepentirse de aceptar hacer favores a los demás ya que es el único que tendrá que quedarse tiempo extra corriendo todo ese trabajo.
En su mente no puede evitar maldecir de mil formas indescriptibles al cielo, a sus antepasados, a los de sus compañeros y a sí mismo, es demasiado para ser el primer día de la semana; su mano duele como si se hubiese masturbado toda la noche, cuando en verdad el único movimiento forzado que realizó, fue el de levantar el control de la televisión para cambiar de canal. Así que no quiere imaginar el dolor que sentirá más tarde.
Los murmullos de sus compañeros son extremadamente ruidosos, tanto que incluso si el lugar está en silencio, Jimin puede oír sus voces cuchicheando entre ellos en su cabeza. Las tiene grabadas al escucharlas todos los días de su miserable vida. En especial, ese pequeño grupo frente a él se pasan la mitad del día hablando como loros sin riendas en la lengua, y aún consiguen ascender de puesto, mientras que Jimin tiene que conformarse con su puesto medianamente bien pagado. El tema de la jerarquía y las conexiones son un tanto injustas.
Jimin toma otra respiración profunda para no voltearse a lanzarles los documentos sobre sus cabezas y tener que ser castigado con una sanción, o en peor caso, ser despedido.
—¿¡Qué!? ¿¡Vas a casarte!?
Ese sería el tercer matrimonio del mes.
La gran mayoría de empleados en el edificio tienen una pareja estable con quien pasar la cruel eternidad. Muchos están casados, otros consiguen distintas compañías a la semana pero a nadie le falta un acompañante amoroso-sexual, a excepción Jimin, quien ha vivido parte de su días únicamente con un gato que aparece y desaparece cuando quiere, que aunque cierre todo el departamento con candados, siempre encuentra las formas más ingeniosas para escaparse. Nunca ha sido bueno eligiendo nombres, por eso decidió nombrarlo "Uyu"* al encontrarlo en las calles tomando de un pequeño vaso de leche.
Uyu a pesar de desaparecer constantemente sin previo aviso, es un gato muy tierno y fiel. Después de todo vuelve a casa. No suele desaparecer más de una semana. Muchas veces cuando Jimin llega del trabajo, si el clima es bueno, lo encuentra sentado esperando frente la puerta del edificio; en caso contrario, espera al lado de la puerta del apartamento. Esa ha sido su compañía por mucho tiempo.
Jimin no siente las desesperadas ganas de formar una profunda conexión con alguien. Sin embargo, aunque no lo diga, en el fondo quiere encontrar a la persona indicada, pero no tiene prisa en ello, le resulta más importante pensar en su futuro y en cómo pagar las cuentas de su departamento. Cosas como el matrimonio no son de su interés ya que ni siquiera cree que un matrimonio es fundamental para fortalecer una relación, solo es una celebración que a la gente le gusta romantizar tontamente.
Durante la adolescencia sufrió demasiado por amor, al punto de resultarle un rechazo. Y al llegar la etapa adulta, sin darse cuenta se transformó en un aburrido hombre que vive del amor de su gato.
Inesperadamente uno de sus compañeros deja un pequeño sobre color camel metalizado sobre su escritorio, e intrigado por el contenido, lo toma y lo abre sin pensarlo tanto;
"Jeon Jungkook y Kim Hyorin,
la futura pareja de casados".Entonces el que va a casarse es Jeon Jungkook, y la sonrisa que adorna en la foto bajo el anuncio, muestra cuán alegre está por ello.
Jimin bufa haciendo un bollo el sobre con la carta y la tira al cesto debajo del escritorio.
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Arruinando la boda de Jeon Jungkook [Kookmin].
FanfictionPara algunos la perfección no existe, nadie es perfecto, pero para Park Jimin, la perfección existe y vive dentro del cuerpo de su compañero de oficina al que tanto odia. Jeon Jungkook es la definición del hombre heterosexual perfecto; adinerado, ca...