Cap 26: La verdad.

1K 86 33
                                    


—Joven Taehyung, ¿Seguro que no quiere comer algo?

Taehyung suspira apretando el puente de su nariz, lleva esperando a esa mujer durante dos horas y por más de que tenga mil cosas por hacer, no se irá hasta hablar con ella primero.

—No, gracias, no vine de visita. Hablaré con ella y luego me iré.

La muchacha da una reverencia antes de irse.

Taehyung truena su cuello tratando de liberar algo de tensión, sin embargo no puede parar de pensar en la discusión que tuvo con los hermanos Jeon, y en cómo ello llevó a que volviera a su antiguo hogar aprovechando que Jimin le pidió que se tomara el resto del día.

Desde que salió del restaurante se preguntó reiteradas veces quién era la señora que Jungkook había mencionado, y por qué había llamado asesina a su madre con tanta deliberación, como si fuera un hecho y no una suposición.

Su mirada no se despega de la pintura frente a él. Fue un regalo de su padre para su madre, recuerda que desde muy pequeño está ahí. Es curioso que para cada persona esas manchas de pintura se interpretan de diferentes formas, para Taehyung, se trataban de simples pinceladas sin sentido, pero ahora que lo ve detenidamente, comienza a ver muchas formas y de alguna manera, viaja al pasado a través de ella.

Taehyung recuerda muy poco de los días mientras fue estudiante secundario, tal vez porque han pasado muchos años desde entonces, o quizás es porque lo único que ha procurado mantener vivo en sus recuerdos, son los días malos, por lo que los buenos momentos fueron borrándose lentamente sin que se diera cuenta.

Entre todas sus memorias de ese entonces, algunas se mantienen vividas como si hubiesen ocurrido ayer.

Una tarde en la que el salón había quedado casi vacío durante el receso por la implementación del nuevo menú de la cafetería, solos unos cuatro chicos quedaron dentro: Taehyung, que no despegaba la mirada del asiento vacío de Jimin preguntándose por qué llevaba dos días sin ir a la escuela, sus dos amigos Yeonseo y Minjoo hablando junto a él, y Jungkook, quien había decidido esconderse entre sus brazos sobre la mesa para tomar una siesta escuchando música... o a intentar.

Estaba tan sumido en sus pensamientos que Taehyung no supo bien en qué momento Kim Hyunsoo, uno de los chicos del ala opuesta, se paró bajo el umbral de la puerta del salón para lanzarle una pelota de basquet en la cabeza al estudiante descansando en su pupitre, captando la atención de los otros tres se que detuvieron de hacer lo que estaban haciendo para poner su atención en él.

—Aquí estaba el bastardo. —Masculló Hyungsoo al ver que el golpe no molestó a Jungkook, al contrario, este ni se inmutó.

El grupo de amigos no le perdían la vista al estudiante agresor, preparándose para accionar ante cualquier movimiento extraño. Conocían a Hyungsoo, un estudiante rebelde mayor que ellos por dos años, conocido por su mal temperamento. Le gustaba molestar a los débiles que no le seguían la corriente y tenía la tendencia de usar la fuerza como medio de intimidación. Involucrarse con él era como escribir tu propia sentencia de muerte.

Hyungsoo se ubicó detrás del estudiante durmiendo, comenzando a enojarse de entrada por no haber podido causar ninguna reacción en el muchacho. Estuvo ahí unos segundos, y como seguía sin moverse, lo tomó del cabello para tirar su cabeza hacia atrás.

El estudiante Jung siquiera abrió los ojos.

—Deja de fingir que duermes. —Ordenó Hyungsoo. —Jungkook le hizo caso abriendo los ojos lentamente para mirarlo desde abajo con una mirada para nada amigable. Hyunsoo se encorvó un poco hacia él, poniendo una de sus manos sobre el pupitre ajeno mientras la otra solo apretaba el agarre en las hebras de Jungkook. —¿Crees que puedes salirte con la tuya tirándome dinero como si fuera tu perra? Será mejor que vayas a la cancha de educación física al terminar la escuela o vendré a buscarte del cuello...

Arruinando la boda de Jeon Jungkook [Kookmin].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora