Apenas abre la puerta de entrada, Uyu lo recibe detrás de esta, y al verlo, maúlla contento mientras se refriega contra sus piernas. Jimin se pone de cuclillas para acariciarlo un poco antes de entrar y cerrar el pedazo de madera detrás suyo.—Hoy he traído algo de soju, necesito que hagamos terapia. —Le habla al minino mientras deja la bolsa recién conseguida del super junto con las demás cosas del trabajo.
Desprende los primeros botones de su camisa, se desajusta la corbata, tira del cinturón, se quita las medias y procede a tirarse al colchón en compañía de su pequeña mascota.
—Ha sido un día pesado. Empezando con los cientos de papeles de los que tuve que encargarme, y continuando con que Jeon va a casarse dentro de tres semanas. —Destapa la botella con sus premolares y le da un trago. —Ha pasado tiempo desde que tomé soju, creo que he perdido un poco la costumbre. Ya me siento ebrio. —Bromea mientras Uyu solo ladea un poco su cabeza tratando de entender porqué su dueño está riendo como un tonto. —Ay, soy un idiota, un pobre idiota. —Otro corto trago seco. —Estoy envidioso de Jeon, porque el ha conseguido la vida que tanto yo quisiera tener... pero solo estoy aquí, hablando contigo, quejándome de mi miseria como si pudieses entenderme.
Uyu maúlla en respuesta, y según su traducción, dijo: —"Eres un pusilánime".
Después de terminar la botella, entra en la primera fase de la borrachera: estado de sincericidio, en donde todo en ti baja la guardia y te vuelves inconscientemente honesto.
—La primera vez que nos conocimos, fue un tanto... extraño. Recuerdo que quise sacar a la fuerza una lata de café de la máquina expendedora, pero esta no funcionaba. Jeon me encontró luchando tontamente contra ese aparato, y con un solo golpe en los laterales, la lata ya estaba a mis pies. Me sonrió heroicamente como si hubiese hecho la gran cosa. No estoy seguro de lo que sentí exactamente en ese instante, pero ver su aura tan radiante hizo que lo odiara con todas mis fuerzas. —En este punto, Uyu parece estar algo aburrido con el relato, por lo que se recuesta haciéndose un ovillo. —Me pregunto, ¿Qué habrá hecho para que todos estas emociones tan complicadas se desaten en mí? Solo ha sido amable conmigo desde el inicio y solo he sabido desagradecerlo, mirar a otro lado como si no me importara. Pero si fuese más honesto con mis sentimientos, entonces no me costaría admitir la verdad... —Jimin agita la botella vacía en sus manos, entonces la deja a un lado para abrir otra. —Jeon Jungkook es mi perdición... ¿Por qué él?
Se pregunta: ¿Por qué justo él? ¿Por qué él ahora, en este momento, en esta vida de todas?
Aprieta la botella entre sus manos, se siente irritado, sabe que si se da el tiempo de continuar pensando, entonces llegará a una conclusión que no quiere admitir.
Uyu vuelve a maullar, y cree que esta vez está diciéndole lo que tanto se esfuerza en negar: —"Te gusta ese compañero al que todos los días maldices al dormir", aunque es una oración muy larga para un sonido tan corto.
Esta noche recostado con Uyu, al ver la luna, Jimin ver más allá de mi mismo —con algo de ayuda del alcohol— y admitirse aunque sea ebrio cuál es la situación actual de sus pensamientos y emociones.
Ciertamente no envidia a Jeon solo por las buenas elecciones que ha hecho durante su desarrollo como ser humano, lo que hace odiarlo, es que esté tan encerrado en su mente que no pueda sacarlo ni con hipnosis. Porque desde el primer momento que cruzaron miradas, supo que lo que sintió fue algo más fuerte que el odio, y eso, hizo que lo detestara mil veces más. Porque Jungkook no es lo que busca, porque está fuera de sus planes principales.
No quiere sentirse de esa manera, tan confundido, tan enredado con sus propios deseos, tan indeciso. Prometió esforzarse en estudiar y trabajar para poder formar una familia como un deseo de sus padres, pero Jeon... su compromiso... todo lo cambia, porque puede ver con claridad en quién se ha convertido, y las lágrimas que derrama son una evidencia de que no está satisfecho con la vida que eligió llevar. Ya no hay tiempo, otra vez se agotó el tiempo para revertir lo hecho.
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Arruinando la boda de Jeon Jungkook [Kookmin].
FanfictionPara algunos la perfección no existe, nadie es perfecto, pero para Park Jimin, la perfección existe y vive dentro del cuerpo de su compañero de oficina al que tanto odia. Jeon Jungkook es la definición del hombre heterosexual perfecto; adinerado, ca...