Capítulo 29: Un dolor de culo.

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La plena concentración de Jeonseo para sacar con sumo cuidado el pequeño bloque sume a todo el departamento en un tenso silencio, el cual se rompe cuando toda la torre de bloques se desmorona sobre la mesa.

El grito de victoria por parte de Taehyung anuncia que Jeonseo ha perdido... otra vez.

—Al diablo, no sé porqué pierdo tiempo en esto.

Jeonseo se levanta del suelo bufando, e ignorando las risas de su contrincante, se mete al baño a tomar una ducha caliente para relajar la rigidez en sus hombros.

—Se nota que no sabe perder. —Se burla Taehyung entre risas.

Seokjin no le dice nada, solo suelta una risita por la situación. 

Siempre que juegan un juego de mesa, terminan de esta manera, con Taehyung ganando en primer lugar, y Jeonseo perdiendo en último lugar, por eso entiende que esté tan fastidiado al no ganar ninguna de las tres partidas en un juego donde solo tienes que quitar bloques y apilarlos uno sobre otro. La única razón por la que Jeonseo vuelve a jugar con ellos, es porque no se rinde con facilidad y es demasiado orgulloso para aceptar una derrota, le gusta intentarlo las veces que sean necesarias aunque pierda los estribos en el proceso.

Nunca olvidará la noche en que jugaron al UNO, es un recuerdo que quedará eternamente en la memoria de Seokjin hasta el día de su muerte. Ese día tuvieron que jugar seis partidas, cada una duró una hora porque en medio del juego ambos hombres se insultaban entre sí e intentaban justificar cada jugada para no ganar cartas demás. Y como era predecible, en todas ganó Taehyung mientras que Jeonseo se quedaba con medio mazo de cartas en la mano y el orgullo dañado.

Seokjin había sugerido que jugaran juegos de mesa para intentar que esos dos se llevaran mejor, fue la única solución que se le ocurrió para arreglar un poco esa complicada relación entre ambos, pero por lo visto no fue tan efectivo cómo esperaba.

—Como sea, debemos ir al restaurante. Tienes quince minutos para tomar tus cosas o me iré por mi cuenta. —Informa Seokjin levantándose mientras Taehyung guarda los bloques en su correspondiente caja.

—A la orden, jefe.



Son un poco más de las doce de la noche. Taehyung y Seokjin no han llegado aún del restaurante.

Para Jeonseo quedarse sentado en el sillón viendo televisión hundiéndose en sus pensamientos no es para nada entretenido, pero no puede hacer nada más que eso, porque cuando intentó hacer algo, no obtuvo buenos resultados.

Desde el primer día que Taehyung llegó al departamento, ha sido un dolor de culo para Jeonseo, que en su mente había armado todo un plan de las cosas que quería hacer con Seokjin en su tiempo a solas, de las cosas que quisiera hablar con él, y de las veces que le gustaría besarlo, pero todo se fue a la borda por culpa del nuevo inquilino.

Taehyung es demasiado para Jeonseo, sus personalidades son la definición de "golden retriever y gato negro", "agua y aceite", "verano e invierno", "salado y dulce". Mientras que Taehyung es muy infantil, Jeonseo es muy adulto. Jeonseo ve a Taehyung como un niño, y Taehyung ve a Jeonseo como un abuelo testarudo.

Nadie se daría cuenta que solo se llevan dos años de diferencia.

A veces también Jeonseo siente que Taehyung es el hijo no deseado de un matrimonio heterosexual, y que él, es el padre que está celoso del hijo primerizo que se roba toda la atención de la madre.

En solo el primer día de convivencia, pudo reconocer que Taehyung era un fuerte contrincante, y para desgracia, por más de que quiera decir que es un tipo desagradable, sabe que no es así, porque Taehyung es amigable hasta con las plantas. Le gusta hacerle favores a los ancianos del vecindario, juguetear con las mascotas de la calle y también con los niños. Es prácticamente imposible encontrarle algún defecto a un adulto tan inocente cómo él.

Arruinando la boda de Jeon Jungkook [Kookmin].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora