Arruinando la boda de Jeon Jungkook [Kookmin].

Capítulo 31: Despedirse.

Jeonseo deja un vaso con jugo de naranja frente a Seokjin.

—¿Taehyung aún no se ha despertado? —Pregunta Seokjin dándole un mordisco a su tostada.

—Creo que no.

Taehyung es siempre el primero en levantarse y en hacer el desayuno para todos, pero esta mañana es diferente, le tocó a Jeonseo preparar unas tostadas con café y jugo para ellos dos, sorprendiendo a Seokjin ya que no incendió la cocina en el proceso;

Tal vez quedarse anoche despierto en un horario fuera de lo habitual afectó su sueño. Ciertamente Seokjin siente algo de culpa, ya que en parte fue por su arrebato de pedirles a ambos hombres que arreglen de una vez por todas su disfuncional relación. No sabe con exactitud cómo fue que hicieron las paces, solo sabe que se tomaron su tiempo en hacerlo y más que nunca quería ver los resultados, ¿Por fin dejarían de pelearse como niños pequeños en la mesa y cada vez que van a hacer las compras? ¿O la paz será solo temporal?

Jeonseo se acerca hasta la puerta de la habitación de Taehyung y da dos toques con los nudillos.

—Bella durmiente, tienes que ir al restaurante en una hora.

No hay respuesta.

—Está bien, déjalo descansar por un rato más.

Aunque puede entrar, ya que la puerta no tiene llave, y tirarlo del colchón para que se despierte, Jeonseo prefiere obedecer a Seokjin y sentarse a desayunar. En cualquier momento tendría que salir de su sueño de belleza.

—He estado pensando en algo. —Seokjin no le responde porque tiene la boca ocupada masticando, pero enfoca toda su atención en él para hacerle saber que lo está escuchando. —¿Y si nos mudamos a Japón?

La pregunta inesperada hace que Seokjin se atragante ante la sorpresa. Alarmado, Jeonseo se levanta de su asiento para darle palmaditas en la espalda.

¿Japón?

Eso queda bastante lejos de dónde están, ¿Pero por qué Japón?

Aunque Seokjin no pudo preguntárselo por estar tosiendo, Jeonseo respondió las preguntas que se hizo en su mente.

—¿Recuerdas cuando vine a Busan? Me preguntaste a dónde iría. —Seokjin asiente tosiendo una vez más. —Bueno, tengo un conocido que me ofreció trabajo allí. Debido a que mi padre está furioso por haberme ido, lo más seguro que es que hará lo posible para complicarme la vida mientras esté en Corea, así me será un poco complicado formar una vida tranquila quedándome aquí.

Ha visto al señor Jeon en solo dos ocasiones, y ya desde el primer encuentro, supo que ese hombre era demasiado aterrador. Pero Seokjin se pregunta, ¿Qué pasaría con sus padres si se iba a Japón?

Como todo hijo único, tiene un fuerte apego hacia sus padres, y si se muda a otro país, ya no podrá verlos tan seguido. Además siente que al no tenerlos cerca, no podrá ayudarlos si les ocurre una emergencia.

Ante el silencio pensativo de Seokjin, Jeonseo le apreta con suavidad el hombro, sabiendo qué es lo que está pensando.

—Puedes quédate si quieres, podría venir a verte cada tanto. —Seokjin niega, separase otra vez no le sonaba como un buen plan, más que ahora han podido hacer las paces y empezar de cero. —Bien, también podemos hacerlo de esta forma: solo tres años, y regresamos, ¿Qué dices?

Esta vez la propuesta es buena, podría considerarse como unas vacaciones largas.

—No me parece mala idea, pero mi otra preocupación es con quién voy a dejar a cargo del restaurante.