Arruinando la boda de Jeon Jungkook [Kookmin].

Capítulo 27: Tu lugar en el mundo.

"From far away, I wish I'd stayed with you
But here, face to face, a stranger that I once knew
I thought, if I wanted, I'd fall back in love
You said, "Distance brings fondness", but guess not with us
The only mistake that we didn't make was run
(Now look what we've done)

We've traveled the seas, we've ridden the stars
We've seen everything from Saturn to Mars
As much as it seems like you own my heart
It's astronomy, we're two worlds apart
[...]"

Las olas golpeando las rocas se unen con la música egresando de los auriculares de Seokjin, creando una armonía que lo ayuda a ordenar sus pensamientos.

Pasó una semana y un par de días desde que decidió tomarse un respiro de Daejeon para atender el restaurante de su familia en Busan, más específicamente ubicado en una colina cerca de la playa en Haendeun, un hermoso lugar vacacional donde las personas son felices al correr con los pies descalzos sobre la arena, dejando que las diminutas piedras se metan entre los dedos para que luego el mar los limpie; es al lugar que siempre va cuando necesita un respiro de las cosas que lo estresan.

Es agradable atender a las personas de allí porque en general resultan ser agradables y amistosas al contrario de las personas en la ciudad que suelen llegar estresadas por el trabajo, se distrajo mucho hablando con algunos ancianos que viven alrededor desde hace años, y también ha estado aprendiendo a cocinar nuevos platillos para añadirlos al menú, todo con tal de pensar lo menos posible en Jeonseo. Aunque ha sido complicado, de vez en cuando se permite recordarlo, porque también para olvidar a alguien se necesita sanar los momentos, y para eso, se tiene que repasarlos múltiples veces aunque duela, hasta que se convierta en una lección, en un recuerdo del montón. 

Y mientras más lo piensa, más se da cuenta que han nacido en dos mundos distintos; mientras que Seokjin se crió entre los cálidos brazos de unos padres que le dieron la oportunidad de elegir lo que quería hacer de su futuro, Jeonseo tuvo que aprender a reprimirse a sí mismo cada vez que intentaba soñar con algo más allá de los planes de su padre. Gracias al hogar en el que crecieron, cada uno fue desarrollando una personalidad diferente, su percepción en muchas cosas no coincide, sus metas no se parecen, tienen tantas diferencias que Seokjin se anima a creer que no estaban destinados a estar juntos, pero que ambos, por capricho, se esforzaron en mantener una relación inestable. Quizás no por capricho, sino por no perder un hombro en el cual apoyarse ante las dificultades.

Quiere dejarlo ir, por eso estuvo pensando en no volver a Daejeon, por más de que extrañe a ver a Taehyung molestando a Jimin, hombres con quienes ha forjado una amistad muy fuerte, durante el último tiempo, no quiere que Jeonseo siga molestándolos por su culpa y tampoco tiene ganas de seguir discutiendo sobre un tema que ha dejado en claro más de una vez, y el hecho de haberse ido sin avisar ya le dio la idea de darle un final definitivo a lo que sea que mantenían.

El reloj de su muñeca emite un pitido al terminar la canción. Es hora de abrir el restaurante.

Seokjin suspira con un deje de tristeza, el cielo azul nocturno empieza a pintarse de amarillo y naranja, es una vista preciosa que no quiere dejar de ver, aún así se despega del barandal dándole un último vistazo al cielo para entrar a la habitación y terminar de prepararse para comenzar oficialmente otro día de trabajo.

Jungkook mira por arriba de la pantalla de su portátil al no oír una respuesta de Jimin, y ríe al verlo tumbado boca arriba con una mascarilla con diseño de tigre. La expresión en su rostro es de sorpresa.

—Woah... ¿Cómo es que Seokjin nunca me contó esto? —Se cuestiona Jimin con la mirada perdida en el techo.

Jungkook se cruza de brazos.