Capítulo 25: Déjalo ir.

874 75 21
                                    

Esa noche le tocaba al jefe cerrar el restaurante.

Seokjin se sostuvo a una de las mesas por un segundo, su cuerpo y mente se sentían sumamente cansados, un poco por la conversación que había tenido con Jeonseo, y otro poco porque no había parado de moverse con tal de no pensar tanto en él.

Todos se habían ido ya a casa, o eso parecía.

Taehyung salió del vestuario con su morral cruzado al hombro y su chaqueta en la mano. Al ver a Seokjin abatido, se acercó cautelosamente hacia él.

—¿Estás bien?

Seokjin se dio la vuelta asustado por la voz a sus espaldas, y al reconocer a uno de sus empleados, soltó un suspiro aliviado de que no fuera un fantasma.

—Creo que sí... bueno, no, pero tampoco mal... es complicado.

Taehyung rió.

—¿Quieres contarme?

Ni siquiera sus amigos más cercanos sabían de su relación con Jeonseo, por lo llevaba mucho tiempo ocultando todas sus incomodidades para sí mismo, así que no quiso desaprovechar la primera oportunidad que se le presentaba para desahogarse.

Se sentó en la mesa donde había estado apoyado y Taehyung se acomodó frente a él.

—El hombre que atendiste hoy se llama Jeonseo, Jeon Jeonseo. —El rubio conoce a Jeonseo, tal vez no tanto como su jefe lo hace, y aunque quiso contárselo, consideró que esa conversación era para otra ocasión y prefirió centrarse en escucharlo sin acotar. —Nos conocimos en la época en que el restaurante abrió sus puertas hace trece años. —La expresión de sorpresa en el rostro de Taehyung hizo reír a Seokjin. —Sí, trece años pasan volando. En ese entonces éramos estudiantes, él venía seguido a almorzar con amigos o a tomar algo cuando tenía que estudiar para sus exámenes mientras yo era quien recibía sus órdenes. Nos hicimos cercanos con facilidad, tanto así que nos encontrábamos fuera del restaurante y salíamos a dar paseos por la ciudad. Fuimos buenos amigos, las cosas avanzaron y nos enamoramos sin necesidad de poner etiquetas, solo disfrutábamos de estar juntos. Sin embargo el problema comenzó cuando Jeonseo fue expuesto al público como el hijo del señor Jeon, sintió una enorme responsabilidad encima, más sabiendo que sería el primero en manejar una de las empresas de su padre y que la imagen de ello dependería de él. Desde ahí dejó de venir seguido, pasaba semanas sin saber si estaba bien, si le había ocurrido algo, solo me quedaba esperar a que él decidiera venir a verme, porque cuando intentaba contactarlo, nunca atendía mis llamadas. Así durante diez años, podría definir nuestra relación como si él fuera el dueño que entra y sale de la casa cuando quiere y yo el perro que lo espera siempre detrás de la puerta.

"Un Jeon tenía que ser ese imbécil", pensó Taehyung para sí mismo, apretando disimuladamente el puño bajo la mesa. Su desagrado hacia esa familia era cada vez más fuerte, no entiende cómo es que siempre termina involucrándose con ellos de forma indirecta.

—¿Y por qué discutieron hoy?

—Porque no sé si quiero seguir esperándolo en vano. —Seokjin suspira. —En un inicio creí que solo tenía que sentarme y dejar que el tiempo fluyese hasta que decidiera el momento justo para quedarse conmigo oficialmente como su pareja, pero ahora me doy cuenta que ese día está lejos de cumplirse. Lo pongo entre la espada y la pared al pedirle que elija a la empresa o a mi, entiendo que para él ambos somos importantes y tal vez estoy siendo egoísta, sin embargo me cansé de limitarme a amarlo y que a sí mismo, me tenga que conformar con las migajas que me da.

Taehyung asentía tratando de procesar el discurso con la mente más fría posible, intentando dejar de lado que ese idiota es el hermano de Jungkook. De todas formas algo es seguro: Seokjin merece un mejor trato por parte de Jeonseo.

Arruinando la boda de Jeon Jungkook [Kookmin].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora