Arruinando la boda de Jeon Jungkook [Kookmin].

Capítulo 18: La reunión.

—¿Qué opinas?

Jungkook lo analiza de pies a cabeza con una mano sosteniendo su mentón.

—Te ves bien.

Jimin muestra su disconformidad bufando ante la sencilla respuesta mientras se acomoda la ropa, ya que le queda un tanto grande.

—¿Solo bien?

—Te ves espectacular.

—¿Solo espectacular?

Jungkook se ríe con suavidad, se levanta de su lugar para acercarse a él y acomodarle el cuello mal doblado del saco negro. 

—Eres apuesto sin importar lo que lleves, así que deja de preocuparte por eso.

Jimin se pierde en observarlo. Su aroma, su calor, su piel cerca de la suya, su presencia no le es incómoda, lo distrae de la realidad cada vez que chocan miradas.

—¿En algún momento dije que no lo soy? Solo quiero lucir decente para dar una buena impresión.

Él ríe otra vez alejando las manos de su cuello.

—Está bien, te ves elegante y apuesto. Recuerda que si sucede algo, puedes llamarme.

—Gracias por la ropa, prometo no arruinarla. —Jimin se dirige a tomar su cartera junto a su teléfono luego de sonreírle agradecido. Ha llegado la hora de irme. —Okay, me voy, suerte en tu reunión.

Jungkook lo saluda una última vez de lejos y sale en busca de un taxi para ir a la reunión de reencuentro entre compañeros de secundaria.

Cómo no tenía mucha ropa elegante-casual que fuese el estilo ideal para una reunión así, ya que Jimin no se considera un gurú de la moda, Jeon le prestó algunas prendas, que aunque le quedan un tanto holgadas, aparentemente, es lo que se usa hoy en día.

Una vez que encuentra un taxi para ir hasta allí, su corazón empieza a palpitar desenfrenado. No tiene idea de lo que pueda encontrarse al llegar, hay una cantidad incontable de situaciones que se le vienen a la mente. Podrían pedirle de entrada que se vaya, o molestarlo con comentarios innecesarios a mitad de la noche, o molerlo a golpes en un acto homofóbico. Realmente no lo sabe, y si se mantiene pensando en situaciones negativas, probablemente le pida al chofer que de la vuelta de regreso al departamento.

Al llegar al local de comida donde se realizará la reunión, toma una larga respiración para armarse de valor y paciencia. Se mentaliza que si algo sale mal, no debe ponerse a la altura de los demás, debe ser más racional, reaccionar de la forma menos bestial posible.

Con las manos temblando como gelatina empuja la puerta para ingresar. Se queda en la entrada visualizando el lugar en busca de la mesa hasta que ve a Taehyung haciéndole una seña con la mano para que se acerque.

Va hasta la mesa a paso inseguro oyendo los latidos de su corazón en sus oídos, allí todos comían algunos platillos de entrada entre risas, y al percatarse de su presencia, el bullicio se acalla.

—¿Oh? ¿Park Jimin? ¿Eres tú? —Pregunta quien sería Hwang Hongseok.

Jimin da una reverencia frente a todos.

—Buenas noches, lamento llegar un poco tarde...

—¡Eres tú! ¡Justamente estábamos hablando de quiénes creíamos que vendrían hoy! ¡Siéntate!

Nota que Taehyung le señala el asiento junto a él, y como no tiene muchas opciones, se acomoda ahí.

—En unos minutos traerán la comida. —Le avisa en voz baja.