Capítulo 22: Vacío.

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Gracias a los nervios que lo comieron vivo mientras intentaba descansar, dormir ha sido más corto que un pestañeo. El nudo en su estómago no le permitió desayunar y no va a poder relajarse hasta llegar a su departamento, por eso se ve en la necesidad de pedirle al taxista que sea un poco más rápido.

El cielo de esta tarde se ve igual de despejado que la noche anterior cuando habló con Taehyung.

Suspiró. Taehyung se sentó a su lado con su cerveza. Estiró su botella hacia él y brindaron. Se quedaron sentados bajo un manto de paz en el balcón, cada uno en su asiento hundido en su propio mundo bajo la vista de la luna.

Durante la jornada del día anterior Jimin se la pasó mirando cada dos segundos las manillas del reloj, ansioso de que llegara la hora de cierre para ir dándole una finalización al día también.

Al regresar de visitar a Jungkook, Taehyung se acercó preocupado a preguntarle qué emergencia lo hizo salir, literalmente, corriendo  con el uniforme del trabajo puesto. Supo que ya no tenía más sentido seguir mintiendo, así que le dijo que Jungkook enfermó, y que regresaría a la mañana siguiente. No le contestó nada.

De regreso a su departamento se mantuvieron en silencio, o tal vez Taehyung estuvo hablando todo el camino pero Jimin no pudo escucharlo por estar prestándole especial atención a la idea de escapar directo hacia Jungkook; lo único que lo detuvo de hacerlo, fue un horrible escalofrío al reconocer que él también dejó a alguien en casa sin dar mucha explicación, solo escapó como el cobarde de su padre. Huir ha sido la única forma más eficiente de no tener que lidiar con todo lo que lo desborda, pero ha llegado a un punto donde solo corre en una misma dirección que lo dirige siempre al mismo punto de inicio, entonces es mejor bajar la velocidad y se detenerse a ver otra alternativa para salir de ese ciclo que parece no tener fin.

Jimin sintió mucho enojo hacia él mismo al reconocerlo, y eso le hizo sentirse diez veces más decidido para volver. El único que puede acabar con el ciclo, soy él.

Miró al hombre junto a él, lucía perdido, no le había dado ningún trago a su bebida.

—¿Qué sucede? ¿Necesitas un consejo?

Taehhyung salió de sus pensamientos algo desconcertado al escuchar la voz de Jimin, y luego de procesar un segundo su broma, se rió captando que ha repetido sus palabras de la otra vez.

—Está bien, no es nada importante.

Jimin lo codeó suavemente.

—Vamos, no es justo si eres el único que consuela pero nunca es consolado.

Lo pensó.

—Te lo diré si prometes no enojarte.

—Ya con decirme eso estoy enojándome. —Jimin ríe tomando de su cerveza. —Tranquilo, no me enojaré.

Taehyung se quedó analizando qué hacer con la vista fija en los edificios de en frente, y por su expresión ciertamente preocupada, Jimin pudo afirmar que se trataba de un tema serio. Lo dejó tomarse su tiempo.

Entonces conectaron miradas, lentamente se acercó hasta que sus rostros quedaron cerca. Sus pupilar intentaban profanar las de Jimin en busca de algo, quizás de sus emociones o de su alma, pero a través de ellos pudo ver el vacío que había en su interior.

—No quiero que te vayas... —Susurró con un deje de tristeza.

Sus palabras le transmitieron un frío imposible de olvidar. 

Se refrescó frente a Jimin la noche en la que Jungkook fue a buscarlo al restaurante luego de emborracharse, noche en la que se quedó esperando a que regresara del trabajo para entrar al departamento, y noche en la que Jimin dejó expuesto una pequeña parte vulnerable de él.

Arruinando la boda de Jeon Jungkook [Kookmin].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora