Capítulo 24: Algo, nunca nada.

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Jimin mira nuevamente el papel para verificar si ha llegado a la residencia correcta. Frente a él hay postradas unas largas rejas negras que resguardan, no muy lejos de su ubicación, una enorme mansión de estilo francés que lo deja con la boca en el piso.

La altura de la vivienda lo hace sentir pequeño, la idea de tener que entrar le aterra, porque no sabe qué tan grandes son esas paredes color crema.

Jimin se hizo una lista mental antes de ir, que parecía bastante sencilla de cumplir cuando la estaba planeando, pero que ahora que se encuentra ejecutando los puntos, se da cuenta que no era cómo lo esperaba. El primer paso es tocar el timbre, luego encontrar a Jungkook para hablar cara a cara con él, y el tercer punto es formar una conversación con ideas claras. Increíblemente el primer punto se le está complicando bastante siendo que se trata solo de tocar un botón.

—Vamos, me preparé por tres días para esto. —Intenta alentarse a sí mismo.

Toma varias respiraciones preparándose mentalmente para lo que sea que pueda pasar ahí dentro y toca el timbre.

—¿En qué puedo ayudarle? —Pregunta una voz femenina a través del parlante luego de unos segundos en silencio.

—Buenas tardes, mi nombre es Park Jimin, vengo a visitar al señor Jeon Jungkook.

—¿Tiene una cita acordada?

Rueda los ojos. Si Jungkook fuese una persona normal, probablemente sería menos complejo encontrarse con él.

—Sí.

La muchacha guarda silencio un segundo antes de que un pitido suene.

—Adelante.

Las rejas frente a él se abren hacia los lados, permitiéndole el paso. Las cruza con cierto temor ante el nuevo mundo que ve, e intenta enfocarse en seguir el camino de piedras hasta la residencia, aunque en realidad el bello jardín decorado con grandes árboles y dos fuentes a los lados, lo distrae.

En la entrada, una mujer bajita de cabello azabache con un característico uniforme abre la puerta. Jimin da una reverencia en forma de saludo al entrar.

—Espere aquí un minuto, iré a avisarle al señor Jungkook que usted ha llegado.   

La mujer lo deja esperando en la sala, y ante el aburrimiento, no puede evitar mirar alrededor.

Todo se ve sumamente lujoso, aunque esperaba que el diseño interior fuera igual de antiguo que el exterior, es curioso que por dentro luzca un poco más moderno con un toque rústico. A simple vista se puede decir que no fue un profesional quien decoró el lugar, sino más bien, una combinación entre los gustos de los integrantes de la familia.

Ya que la criada desapareció al subir las escaleras, aprovecha que nadie está vigilando para pasear un poco y ver qué hay en la sala principal.

Sobre una chimenea sin encender ve que hay unos marcos, y por curiosidad se acerca a analizarlos más en detalle. Le llama la atención que sobre esta chimenea se ponen los premios más importantes de cada uno de los hermanos junto a una foto de ese día de triunfo, pero por algún motivo, Jungkook no figura en ninguna de las imágenes.

Aunque es extraño no verlo ahí junto a sus demás hermanos, recuerda que durante los años que compartieron como estudiantes, Jungkook nunca fue muy participativo en actividades deportivas o de cualquier tipo de concurso, siquiera le interesaba estar en un club, siempre le daba todo igual, no le preocupaba resaltar como primer lugar, cosa que parece ser contraria a sus hermanos que todos fueron número uno en cosas distintas. Uno en golf, otro en esgrima, otro en carreras de automóviles y uno más graduado en administración de empresas. ¿Qué es lo que ha estado haciendo de su vida? ¿Qué clase de motivaciones tiene?

Arruinando la boda de Jeon Jungkook [Kookmin].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora