Capítulo 5: Sustituto.

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La psiquis de Jimin se encuentra tan dañada que no le permite a su cuerpo levantarse de la cama, le dio como orden postrarse al colchón y quedarse ahí lo más que su columna pueda aguantar. Su pecho se oprime bajo las pálidas sábanas, cada vez más fuerte mientras recuerda lo sucedido en la sala de reuniones hace tres días atrás.

Tuvo que declararse como un tonto adolescente de preparatoria, y todo solo porque su gato arruinó una ceremonia de casamiento por atrapar a una rata demoniaca. 

La vergüenza era tanta que prefirió inventarse una enfermedad para no ir a trabajar al siguiente día y los continuos dos.

Siquiera le dijo parte de las cosas que retuvo por años, quizás por eso se siente un tanto insatisfecho, y esa incomodidad que tiene desde entonces se debe a que nunca ha vivido otra experiencia parecida, siempre mantiene bajo llave sus pensamientos y emociones, y la mejor forma de nunca liberarlos, es evitando preguntas, y para que no le hagan preguntas, prefiere no hablar con nadie. Es así como con el paso del tiempo fue convirtiéndose en el marginado del trabajo, un tonto que vivía como una bomba que en cualquier momento podría estallar.

Y podría continuar aferrado al colchón si no fuese porque todavía guarda un único amigo con el que habla cada tanto, quien decidió enviarle un mensaje.


"¡Hola, Jimin! ¿Cómo estás? Recordé que hace un tiempo me pediste que te avisara si el restaurante de mis padres necesitaban personal, en ese entonces no era necesario, pero te prometí que a penas se desocupara un lugar, te llamaría. Así que si estás buscando un trabajo a tiempo completo, eres bienvenido".


¿Un trabajo nuevo?

Es cierto que le había comentado a este amigo suyo meses antes en su último encuentro en una parrillada que buscaba un trabajo, ya que en el que está no le resulta muy cómodo. Lo dijo estando borracho, y aunque no debió hacerle caso ya que no se encontraba en todos sus sentidos, agradece que sí lo hiciese.

Es cierto que no puede abandonar su trabajo actual sin tener un plan provisorio, si deja de trabajar de la nada, le costaría un tiempo encontrar otro, y en lo que tarda, corre el riesgo de endeudarse en muchas cosas más. Estuvo esperando a que llegara esta nueva oportunidad, una señal que le dijese que debe soltar un poco el pasado y aferrarse más a lo que desea hacer de su futuro, y esta, es la señal que necesitaba.

Responde: 


"¡Amigo, gracias por pensar en mi! Sigo atascado en el mismo lugar de siempre, por lo que no podría decir que estoy del todo bien, ¡Espero que tú estés s feliz que yo! ¿Podrías reservarme por unos días ese puesto? ¡Tengo que enviar mi carta de renuncia a mi jefe!"


Su cuerpo parece revitalizarse de la nada, salta de la cama como un resorte recién salido de fábrica y se pone a hurgar entre sus papeles la carta de renuncia que armó hace un año atrás y que nunca pudo entregar. Aunque se arrugó un poco, sirve de todas maneras.

Irse de la oficina tiene muchos pros y pocos contra. 

Dejar la oficina equivale a: No volver a escuchar el chismorreo de los demás. Aburrirse menos. Sentirse menos miserable. Y sobre todo, no pensar en Jungkook. El punto más valioso es el último. Si se va, todo lo sucedido con Jungkook será parte del pasado. Admitió tarde que le gusta Jungkook, y él probablemente lo odie por haber arruinado su boca a causa de su travieso gato.

Si se va, Jeon Jungkook se volverá a casar y podrá seguir siendo feliz, mientras que Jimin comenzará de cero la vida adulta para encontrar su propia felicidad.


Arruinando la boda de Jeon Jungkook [Kookmin].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora