Capítulo 12: Sopa de resaca.

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Esta vez la alarma no suena, el característico canto de los pájaros es el primer sonido que Jimin escucha al despertar. Eso solo quiere decir una cosa...

Es sábado por la mañana.

El estómago le duele y la cabeza le palpita intensamente. Por más de que debería levantarse y desayunar alguna sopa para la resaca, el dolor punzante que siente se lo impide. Se aferra a la almohada que está abrazando para intentar descansar solo cinco minutos más antes de empezar el primer día de la semana.

Beber hasta casi desmayarse está pasándole factura, y la peor parte es que recuerda la mitad de las cosas que sucedieron; bailó sobre la mesa, tiró un plato de comida por intentar imitar un paso de una coreografía de TWICE, y Jungkook fue a buscarlo una vez la reunión quedó concluida.

A pesar de que quiere insultar a Seokjin por haberlo llamado justo a Jungkook, sabe que no había otra opción. Después de todo Jungkook vive con él, es el único que sabe dónde queda el departamento. Aunque hubiese preferido que lo dejase tirado en la calle de saber que más tarde haría una vergonzosa escena llorándole a Jungkook con que no quiere que se vaya...

Es cierto, no quiere que se vaya, pero no era necesario que lo sepa.

¿"¡Tarde o temprano volverás con Hyorin o te irás con la mujer que amas!"?

No puede creer que hizo un escándalo como ese, ¿Fue una escena de celos? ¡Incluso Jungkook lo abrazó para consolarlo! ¿¡Cómo debería interpretar eso!?

Cansado de debatir con la voz de su cabeza sobre los recuerdos de anoche, Jimin abre sus ojos frotándolos un poco para quitar alguna lagaña que pueda molestarle al intentar enfocar la vista, y se da cuenta que la almohada que está abrazando no es una de las que vienen con relleno de algodón dentro, sino que la particular almohada donde está apoyando su rostro no es nada menos que el pecho del mismísimo Jeon Jungkook, quien también lo tiene encerrado entre sus brazos bajo las sábanas de la cama.

No recuerda cómo llegó a esto, ¡Solo espera no haber hecho algo imprudente otra vez!

Jimin levanta la mirada para ver si está despierto, y para su suerte, la respiración de Jungkook es tranquila, por lo que deduce que sigue dormido.

Es guapo incluso durmiendo, pero ahora no es el momento de embelesarse con su belleza. Se aleja un poco e intenta quitar lentamente el brazo que le rodea la cintura, pero al sentir sus movimientos, repentinamente Jungkook lo estrecha más fuerte entre sus brazos.

—Preparé haejangguk*. —Se queda estático sin decir nada para verificar si Jungkook solo está hablando dormido o si de verdad está despierto. —No estoy hablando dormido.

Le asusta pensar cómo hace para adivinar lo que está pensando.

—¿Puedes soltarme? —Una risita ronca escapa de los labios del más alto y el agarre de sus brazos se afloja permitiéndole escapar. Al intentar ponerse de pie, un mareo repentino le mueve el mundo, haciéndolo recostarse junto a Jungkook otra vez. —Te golpearé si te ríes. —Le advierte al ver de reojo como la sonrisa burlona en su rostro delata su intención.

Jungkook se sienta en la cama, estira su cuerpo y se levanta para ir a la cocina mientras peina su cabello desordenado.

Jungkook. Jimin. Dormir. Cama. Abrazados. Jungkook y Jimin durmiendo abrazados en la cama. Una oración, ocho palabras, cuarenta letras, diecisiete vocales, veintidós consonantes, muchos significados. La idea le enciende las orejas a Jimin, ¿Cómo es que terminaron durmiendo en el mismo lugar de esa forma como si fueran... amantes?

Siente como si estuviera viviendo un deja vu.

El hombre al que tanto maldice cada día reaparece en escena trayéndole el desayuno con cuidado entre sus manos. Jimin se reincorpora y Jungkook pone la bandeja entre ambos para sentarse a tomar su café mañanero con tostados.

Arruinando la boda de Jeon Jungkook [Kookmin].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora