Capítulo 13: Volver a nacer.

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Son pocas las veces que el columbario se vacía y las almas errantes son las únicas que quedan vagando entre las urnas, hablando con otros espíritus o llorando por sus desgracias. Tal vez sea porque el cielo se muestra hostil, como si en cualquier momento fuese a descargar toda su tristeza sobre la tierra, que sin darse cuenta, al entrar, Jimin se transforma en un alma errante más.

Cuando encuentra la urna de su madre entre las demás sin acompañantes, nota un hermoso ramo de lirios descansando junto a ella.

—Parece que alguien llegó antes que yo a saludarte. No te sientes decepcionada porque no fui el primero, ¿Verdad? —Bromea dejando los claveles que trajo junto al otro ramo. —¿Cómo has estado? ¿Has conocido gente en el lugar donde estás? Espero que estén siendo agradables contigo o tendré que ir a darles una lección. —Hace una pausa. —Tengo malas noticias para darte; he renunciado a mi puesto en la oficina. Después de todo el trabajo que me costó entrar, he decidido dejarlo. Te estarás preguntando por qué, y es que nunca me ha gustado trabajar ahí. Solo entré porque ustedes querían que fuera alguien normal que lleva una vida normal en un trabajo normal, pero este último tiempo he reconocido que no soy normal, así que no puedo cumplir con mi palabra. Nunca estuve satisfecho estando en esa oficina, por eso ahora quiero hacer cosas que solo me hagan feliz, ¿Está mal eso? ¿Soy un mal hijo por seguir mis propios objetivos? Cuando era joven solo quería complacerlos a ustedes como un tipo de agradecimiento por cuidarme, no importaba si no era lo que yo quería, el saber que ustedes estarían contentos hacía que valiera la pena. Pero ya no es así, cada día tiene menos propósito seguir atado a un deseo que no hará feliz a nadie. Ahora quiero enfocarme en volver a nacer y tomar decisiones que valgan la pena, encontrar a alguien que esté dispuesto a ayudarme a cambiar, y si es posible, formar una familia como la que solía tener... —Inevitablemente las lágrimas caen y la voz se le agrieta. —Lo siento tanto... nunca podré ser el hijo que querían... —Sorbe los fluidos cayendo de su nariz y se limpia con la manga del saco antes de continuar. —¡Cambiemos de tema! ¡Tengo otra cosa para contarte! Es sobre Jeon... ¿Lo recuerdas? Creo que una sola vez te hablé de él. Bueno, ha estado viviendo en mi departamento... nuestra casa... suena muy íntimo, ¿No? Pero él suele decir "vamos a casa". Se apropia del lugar, y aunque finjo que me molesta, en realidad me hace sentir acogido. Aunque es considerado y no resulta ser una molestia, estoy pensando en qué haré con él. Si dejo que se quede, podría traerme muchos problemas... realmente me gusta, creo que te agradaría mucho si lo conocieses...  —Detiene su palabrería al oírse, ¿Acaso está hablando de Jungkook como si fuera una pareja a la debería presentarle a sus padre? —¿¡Por qué sigo pensando en él de esa forma!? ¡Él está enamorado de otra mujer! Esto es un desastre... —Suspira cansado mientras se sienta en la banca qué hay frente los estantes con las urnas. —Vendré a visitarte si hay noticias nuevas, madre. Será mejor que me vaya antes de seguir gritando como un loco. Mantente sana hasta que vuelva a visitarte con nuevas noticias, te quiero...




Al llegar al departamento, se extraña de no ver a Jungkook alrededor, ya sea cocinando o jugueteando por ahí con la pelusa blanca. Por un segundo pensó qué tal vez salió, hasta que la puerta del baño se abre. El primero en salir es Uyu, el cual se nota impecable al acercarse a recibirlo, y detrás de él, sale Jungkook.

—¿Bañaste a Uyu? —Pregunta Jimin acariciando al gato, impresionado por la tersidad de su pelaje.

—Sí, luego de que regresara de jugar en un charco de lodo.

—Ya veo, que lindo. —Uyu ronronea mientras disfruta de las caricias. Jimin levanta la vista para ver a Jungkook con su ropa llena de lodo. —¿Te gustaría que cocine esta noche? Así puedes bañarte tú también.

Arruinando la boda de Jeon Jungkook [Kookmin].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora