DOMINIK
No tenía ni idea de qué estaba haciendo ni de qué vendría a continuación. Había días donde no quería salir de la cama. El mundo parecía ser tan pesado y mi cuerpo no se movía ni por el intento fallido que hacia por salir. Me encontraba en la plenitud de mi vida y lo único que deseaba en estos momentos era desaparecer o simplemente dejar de ser yo. A veces no tenía idea de como sobrellevar todo lo que llegaba a pasar por mi cabeza. Estaba cansado, de eso estaba seguro, pero también, una parte de mí me decía que debía continuar, que pronto terminaría el martirio que he soportado por años.
Ese mismo día me quedé de ver con Haruki en la entrada de la facultad. Si no hubiera sido por eso, tal vez me hubiera quedado acostado en la cama sin salir.
—Sabes, me alegra mucho haber venido, gracias por invitarme —comentó Haruki mientras sostenía la cámara entre sus manos.
—Y a mí me alegra que hayas venido —sonreí.
Nos adentramos al evento. Vi algunas médicos especialistas del sector de salud preparándose cerca del escenario, ya que la universidad los había invitado. Logramos ver al profesor Heinrich que se acercó en cuanto nos vio.
—Me alegra que hayas venido —le dijo a Haruki—. El evento ya va a comenzar.
Tomamos asiento cerca del escenario. El lugar estaba casi lleno. Reconocí algunos profesores y alumnos de primero y último año.
—Hay mucha gente —me susurró Haruki cerca del oído.
—Eso es porque la universidad invitó a personas exteriores.
Cuando toda la gente tomó asiento, el congreso comenzó. Un hombre de traje subió al estrado para dar un discurso. A mitad del congreso me había comenzado a dar sueño y no estaba poniendo la suficiente atención, debido a que duró aproximadamente dos horas. La gente comenzó a levantarse de sus asientos y acercarse a los médicos cuando finalizó. Haruki y yo salimos del evento.
—¿Puedo tomarte una fotografía? —me preguntó Haruki—. Esta vez seré cuidadoso.
—Claro, esta vez te lo concedo.
Haruki retrocedió unos pasos mientras alzaba la cámara en mi dirección. Lo vi tomar varias fotografías.
—Eres muy fotogénico —comentó sin quitar la mirada de la cámara—. Deberías dejar que te fotografíe más seguido.
—En realidad no me gusta que me fotografíen —confesé—. Porque no mejor vas a tomar unas fotografías a los demás, ya que estás aquí.
—Eso es una buena idea.
Lo vi alejarse para tomar algunas fotografías a las demás personas. Mientras tanto, me dirigí a una de las sillas que se encontraban en el evento. Tomé asiento casi al final. Desde aquí alcancé a ver a Haruki. Se notaba mucho que lo estaba disfrutando. Por el otro lado, vi a varios alumnos de medicina hablando con otros médicos. Sonreían felizmente, algunos se veían nerviosos, me pregunté como será mi vida en un futuro. ¿Seré un buen médico? ¿Lograré salvar muchas vidas?
—¿En qué piensas? —me preguntó Haruki cuando llegó a mí.
—Nada.
—¿Alguna vez te has enamorado? —inquirió mientras se sentaba a un costado.
—Nunca.
—¿Te gustaría salir con alguna chica como aquellas? —señaló a un par de jóvenes sentadas en unas sillas a tres hileras de nosotros.
Las contemplé por un momento. Yo realmente no deseaba nada parecido a eso, incluso nunca antes lo había pensado.
—¿Te gustó aquella chica? —inquirió.
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La vida que no tuvimos
RomanceDominik es un joven Alemán que ha llevado una vida difícil, un día se ve obligado a hacer algo que le cambiará la vida, pero no sin antes conocer a Haruki, un joven Japonés algo peculiar y curioso que le hará ver el mundo de una perspectiva diferent...