Capítulo 25

77 3 0
                                    

HARUKI

Una mañana me desperté llorando. Tuve un sueño donde me encontraba con Dominik, él me sostenía la mano mientras caminábamos por las calles, hasta que de pronto, lo vi desvanecerse entre una niebla hasta no verlo por completo. Eso me asustó terriblemente. Me levanté de la cama y me lavé el rostro.

Bajé a desayunar sin nada de ánimos, me senté en la mesa en silencio mientras mamá me daba una taza de café.

—Parece que alguien no durmió bien —comentó mamá—. ¿Es por Dominik?

—Si —mi voz salió como un hilo.

—Hijo, tal vez no debería decirte esto, pero soy tu madre y no quiero verte sufrir —comentó en un tono suave—. Pero tu amigo ha tomado una decisión y eso no cambiará nada, será mejor que te vayas dando la idea e intentes superarlo, porque eso te llevará tiempo.

—Pero no quiero hacerlo.

—Haruki —mamá me miró con seriedad.

—Yo sé que él todavía me quiere.

—Querer no es lo mismo que desear —alcé la vista y la miré—. Si tanto te amara, no estuviera a punto de casarse, y discúlpame si te lastimo con mis palabras, pero así es la cruda realidad y debes de enfrentarla.

—¿Por qué la vida es así mamá? ¿Cuál es la diferencia de un amor cualquiera al nuestro?

—El amor no siempre triunfa, cariño.

—No debería de ser así, el amor... —me detuve cuando escuché el teléfono sonar. Me levanté de la mesa rápidamente y corrí hacia mi habitación.

—¡Haruki! —escuché los gritos de mamá, pero la ignoré.

—¿Dominik? ¿Eres tú? —pregunté con la esperanza de que fuera él.

—Si, soy yo —su voz se escuchaba apagada.

—Me alegra escucharte.

Dominik hizo una pausa por unos segundos.

—¿Qué sucede? ¿Está todo bien? —pregunté con desconcierto.

—Haruki, he intentado mil veces pensar en como decirte esto, pero simplemente no puedo. Resulta que no hay palabras para expresarlo, porque al final es lo mismo, terminará siendo doloroso, verás, lamento decírtelo, pero está será la última vez que hablaremos. No quiero lastimarte más de lo que ya estás, y creo que es tiempo de dejarnos ir, quiero que sepas que te amo de todas las formas posibles que puedan existir y que siempre fuiste y serás lo mejor que me ha pasado en mi vida. Y los momentos que vivimos, los guardaré en lo más profundo de mi ser, a donde quiera que vaya irán conmigo, donde siempre vivirán. Sigo sin creer que te hayas fijado en alguien tan dañado como lo estoy yo. De verdad, gracias.

Aquello que acababa de escuchar de su propia boca, aquellas palabras tan dolorosas, me hizo pensar que tal vez era una pesadilla, deseé tanto que lo fuera y que él se haya arrepentido de lo que acababa de decir. Sentí como algo se hundió en mi interior y no había nada que pudiera rellenar ese vacío, quedó un gran hueco en mi corazón que creí que moriría en ese preciso instante.

"Querer no es lo mismo que desear"

Dominik se había rendido antes de luchar. Me dejé caer en el suelo aún con el teléfono en la mano.

—Haruki, dime algo —oí su voz tan lejana y fuera de mi alcance—. Por favor. Grítame, maldíceme o lo que sea, pero dime algo. Te lo ruego.

—Adiós —logré decir y después colgué el teléfono.

* * *

No podía dejar de pensar en aquellas palabras de Dominik, las escuché más de cien veces en mi cabeza, que cada vez que lo hacía, me invadía una tristeza enorme y un vacío en el pecho. Y todas las veces que lo pensé, lloré desconsoladamente. Sentí como si el cuerpo se me arrugara hasta hacerse pedacitos y desaparecer.

Ya no sentía nada, y quería sentir aunque sea un poco. Por un instante quería ser otra persona, tener demencia o algo que me arrancara aquel recuerdo de él.

No podía imaginarme mi vida sin amarlo, y mucho menos sin él. Dominik se había convertido en la persona más importante en mi vida, con él conocí el amor.

Y ahora, no quedaba nada de ninguno.

La vida que no tuvimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora